No se si esta película es la mejor sobre la resistencia francesa; lo que si digo es que este es un filme sobrio, sin grandes aspavientos. Un digno homenaje a los hombres que tuvieron que calibrar sus almas ante la peste nazi. Hombres estoicos que afrontaron su rol ante el avance del enemigo.
La película es áspera, seca, sin adornos… como de granito. No nos llena de falso patriotismo o de heroísmo exagerado. Son solo hombres pétreos que se fortalecieron ante las sombras del mal y no dieron cabida a este invasor en su espíritu pues fueron y serán seres libres. Hombres comunes que nos sirven de ejemplo y que aunque sabemos que detrás de su envoltura hay sentimientos nobles, la protección de este tesoro convertido en dignidad se convierte en una coraza impenetrable contra las bestias invasoras.
Todo esto nos trasmite el filme de Melville… y eso vale.