Infravalorada por la crítica. Es la típica película que puedo ver una y otra vez.
7 razones para verla:
1) Argumento y guión en general sencillos, pero no tanto como dicen, está estrujado, siendo muy coherente. Si "Naufrago" de Tom Hanks vale, esto también.
2) Es una mezcla muy compensada entre comedia romántica y cine de aventuras. Dicha compensación es perfecta. Sin la acción de la caída del avión, la supervivencia en la isla y la lucha contra los piratas la película se convertiría en una macro histeria polinésica.
3) Tiene un ritmo estupendo, combina crecimientos y partes de más calma con maestría. Mérito del director.
4) Es divertida, aun en las situaciones más comprometidas, pero no llega al esperpento, salvo un poco por el salido papel de David Schwimmer. Diálogos ingeniosos que sorprenden y que son capaces de hilarse tras minutos de espera.
5) Los actores fabulosos. Heche se hace repelente hasta que rompe bajo el hidroavión japonés. Ford, es un Indiana Jones jubilado, lo tenía fácil´, aun así está muy resultón. Se acusa a la película de que la química entre la pareja no existe. Con todos mis respetos están equivocados. Se trata de eso precisamente, como en "El Apartamento" donde Lemon Y MacLaine acaban jugando a las cartas en vez de fundirse en un beso en plan "Lo que el Viento se llevó". Es propio de la naturaleza de los personajes, libres, independientes y con orgullo. La pareja va a triunfar pero a su manera. Por supuesto con una evolución de odio hasta el amor genial.
6) El aderezo es fantástico: fotografía, música y factura técnica.
7) Ya que no tenemos pasta para ir a la polinesia por lo menos hacernos un Hawai - Bombay de Mecano.