Contar la historia de como el empleado de la senadora de California leyó documentos clasificados de la CIA que llegaban a contar más de 6 millones de páginas, y hacerlo en una ficción de forma entretenida y accesible, es muy complicado, y Scott Z. Burns digamos que lo logra, o que aprueba, si cae en tecnicismos, en lo didáctico, intentan explicar de la forma más clara en qué consistieron los métodos utilizados por la CIA, qué resultados dio, si fueron efectivos, etc, tener una posición clara sobre el tema y caer en la menor cantidad de maniqueísmo posible, sino en revelar la verdad, sirvió torturar a prisioneros para evitar ataques terroristas, es ético hacerlo, compatible con la democracia.
De paso narrar de forma paralela los tejes y manejes políticos, los pactos que se hacen a la sombra, el toma y daca, vos no liberas esto y yo a cambio te apruebo lo otro, etc.
Me gusto que tratara de ser lo más imparcial posible, muestra la pusilanimidad de Obama y como prefería obviar el informe para no tener problemas con los republicanos.
Logra también que Dan, el protagonista no quede como un boludo, un inocentón que cree en utopías, sino un principista convencido pero a su vez lo suficientemente pragmático y hábil para lograr su cometido.