Una absoluta rareza, eso es lo que es esta película, una de las primera que mezcla un montón de géneros como el bélico y el terror fantástico, cosa que se volvió relativamente popular en el cine de clase B de los años 60 y 70.
Un vampiro es exterminado, al clavarle una estaca, y 26 años después, resucita de la forma más extraña, al ser bombardeado el cementerio donde estaba su tumba, y al quitarle sin querer los sepultureros la estaca que lo mantenía en el mundo de los muertos.
Lo que hace interesante a esta historia, es que se desarrolle durante la 2 guerra mundial, en el Londres bombardeado por los nazis, en ese contexto, mechar todo con un vampiro, y con el hombre lobo, en una clara copia bastarda de las películas que solía hacer por aquellos tiempos los estudios Universal, merece ser visionada, y me sorprende que no sea una obra de culto, aunque sea por su trama rocambolesca, ya que en lo demás la historia carece de interés, además de que en muchos aspectos es desprolija, al comienzo que la historia transcurre en 1918, los personajes femeninos se visten y se peinan como en los años 40, los actores están pésimos, sobre todo Bela Lugosi, sumado a los toques de humor estúpido, y diálogos declamatorios, pero a pesar de todo eso, merece ser vista, como lo que es, una rareza.