Su arranque tiene cierta similitud con The Call 2013, protagonizada por Hally Berry, pero ahí se acaban las comparaciones entre ambas, en que una mujer secuestrada llama a la línea de emergencia, el resto va por otro lado.
La película tiene una narrativa teatral, de hecho nunca vemos otra cosa que a Asger en la central frente a un teléfono y una computadora, también salen cada tanto sus compañeros pero sus personajes no tienen ninguna importancia, creo que más allá de la historia que hay detrás de la llamada y el giro que da hacia el final, el mensaje o lo que yo interpreté es una crítica casi libertaria a la intervención estatal, que en este caso complica todo en vez de solucionarlo, es muy interesante y original tratándose de una película danesa, todos por lo menos en occidente tenemos una visión idealista de lo que es el estado de bienestar en los países escandinavos, es algo a lo que el resto aspira y que la mayoría de los políticos de centro y centro izquierda ponen como ejemplo de modelo a seguir, acá de forma involuntaria esa intervención es nociva. También muestra lo dependiente que es la gente del estado, que por cualquier cosa llama a la línea de emergencia en vez de ocuparse por su cuenta, cuando son cosas nimias que no necesitan la intervención de un ente estatal, o sea retrata el circulo vicioso que se forma cuando se construye un estado omnipresente la sociedad se vuelve aniñada, inútil e indefensa a la hora de resolver cualquier tipo de conflicto por su cuenta.