Nuevamente Affleck vuelve a centrarse en personajes de clase media baja del noreste de Estados Unidos, esta vez de un grupo de ladrones de bancos y camiones blindados, y nos van contando tanto la historia policial como la vida de los diferentes personajes.
A diferencia de Gone baby gone, a este relato lo sentí más frío, quizás también tuvo que ver con que Ben como actor a diferencia de su hermano, es un bodoque, el tipo es incapaz de conmover, y Jeremy Renner aunque físicamente está muy bien para su personaje, a mí me resultó sobreactuado, hubiera preferido otros actores para que interpretara a ese dúo de amigos-cómplices.
También los personajes, en su mayoría son demasiado desagradables para empatizar con ellos, incluido el protagonista, aunque la historia hace todo para justificarlo, no deja de ser un perdedor que desaprovechó sus oportunidades, además de un tipo violento capaz de cometer varias arbitrariedades porque él las cree justas.
La película es larguísima, casi que por la forma en que está contada más parece una miniserie de 4 capítulos, pero a pesar de eso es bastante entretenida.
Lo mejor nuevamente es como retrata Affleck lo que se conoce como la parte oscura del "sueño americano", como las ciudades se han ido llenando de mafiosos, narcos, ladrones, drogadictos, sin ideales, ni futuro.
Pero tal vez sea porque el tema de los robos ya está muy visto, o por quien sabe qué, yo prefiero su primera película a esta, la sentí más autentica y lograda, aunque igual Affleck se va afianzando y demostrando que talento para y fuerza narrativa, tiene.