Casi desde que empieza la película lo primero que uno piensa y descarta por terriblemente obvio es justo lo que termina sucediendo, lo único que se agradece aunque es que suceda a la mitad y no hacia el final, así no hay que aguantarse otros 10 o 15 minutos de falsos sustos y "alucinaciones" de la protagonista.
Es increíble lo predecible que resulta, llena de clichés, se pueden adivinar los diálogos, las situaciones, incluso los personajes que van a morir y casi en qué momento.
Lo mejor, Naomi Watts, casi que lo único.
Jacob Tremblay lo hace lo mejor que puede para lo que es su personaje, más no puedo decir sin spoilear.
Oliver Platt interpreta a un calco de lo que hace en Chicago Med, es prácticamente el mismo personaje, solo le cambian el nombre.
Resulta entretenida siendo muy poco exigente, a los que les gustan los telefilmes de Lifetime, bueno esta es lo mismo pero con mejor elenco.