Ese no es el nombre del protagonista, sino el de su guionista que la verdad que ni siquiera logró construir un laberinto, ya que aunque tramposos todos tien salidas, este no.
Uno no sabe frente a que está, si un thriller psicológico (que parece pretenderlo) o ante algo sobrenatural por momentos, el guionista va mezlando cosas sin ningún sentido, pero no para que al final lo tengan, al contrario sino para crear más confusión.
El termino que le dan a la historia de la esposa parece un cliché sacado de una telenovela, y como si esto fuera poco es lenta.
En fin todo esta caprichosamente enredado para nada ya que muchas historias quedan por la mitad, y el final es irrisorio.