Hay cosas y engendros igual de manipuladoras que esta, pero no más.
El hombre tampoco ha llegado a la luna y el Titanic fue un paquebote pequeñito que chocó a posta con un iceberg.

Aun sabiendo las evidentes y radicalmente opuestas posiciones políticas sobre el tema vasco, es de vergüenza ajena esta tontería. Y creo que cualquier abertzale mínimamente objetivo, sin renunciar a sus ideas, podría estar de acuerdo con esta crítica. Hay muchas películas extraordinarias que tratan el mismo asunto, esta no es una de ellas, salvo para alguien que tenga frente a los ojos un muro. Claro que existía tortura, y que por la otra parte, también hay películas tan manipuladoras cómo esta.

Sobre el otro tema, es igualito igualito que si uno se levanta una mañana, cuando ya tienes veintitantos, y dices: “ahí va, si soy rubio”. El tema es mucho más serio que eso...

Y, a nivel de cine, que es de lo que también tratamos aquí, resulta peor que aburrida, “malpasada de tiempo”, ah, y con unos “efectos especiales” que serían para darle un premio honorífico de los razzie.

Tiene más cosas olvidables, pero me quedo ahí.