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Voto de CINEXIN77:
4
6,6
16.908
Thriller. Terror. Fantástico
Thriller psicológico sobre una joven apasionada por la moda que, misteriosamente, es capaz de trasladarse a los años 60 y conocer a su ídolo, una deslumbrante aspirante a cantante. Pero el Londres de la época no es lo que parece y el tiempo parece desmoronarse con oscuras consecuencias...
27 de noviembre de 2022
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puntuar "Last Night in Soho" es algo muy complicado. Si el espectador da mayor importancia al envoltorio estético, colorista y fotográfico, la puntuará alto, pero si por el contrario, quien la ve, antepone el guion (la historia) a cualquier otro aspecto, le dará una nota paupérrima.
La película empieza con buen pulso, retrata perfectamente a la protagonista (correctamente interpretada por la actriz Thomasin McKenzie), su entorno familiar y su ascendente rural. También está bien contada su llegada a la gran ciudad de Londres (bien fotografiada y llena de neón), lo cual es un choque que apabulla a cualquiera que proceda de una pequeña aldea. Después, nos introducen a personajes completamente estereotipados (sus compañeros de residencia estudiantil, en especial la abeja reina de la residencia, con la que comparte habitación) y entre ellos, hay un chico que pasa a ser "el comprensivo-bienintencionado". Después de mudarse la prota, huyendo del jaleo en la residencia, arranca de verdad la peli, con las primeras ensoñaciones nocturnas, en las que se funde con el personaje que interpreta la hipnótica Anya Taylor-Joy. Los primeros "viajes nocturnos" están muy bien conseguidos y son fascinantes... pero a partir de ahí, el director Edgar Wright pierde el ripio y parece pretender que el espectador comulgue con rueda de molino.
En una película que podemos calificar como "thriller fantástico", no todo vale. Ha de haber una mínima coherencia y aquí brilla por su ausencia, de manera que al final, uno se queda pensando más en las incoherencias de la historia que en lo que está pasando en pantalla. Además de eso, los personajes deben resultar creíbles porque si están bajo amenaza seria, el espectador debe implicarse. En ese aspecto, la cinta es una obra fallida, tramposa y vacía, con una serie de giros absurdos y unos cambios en el punto de vista de cámara completamente incoherentes. Como dije en el título de mi crítica, roza el aprobado por sus hallazgos estéticos (sus juegos especulares llegan a asombrar, así como el vestuario y la ambientación sesentera) y añado que también porque aguanté hasta el final y no se me hizo pesada. El resto es pura filfa y al director se le va la historia de las manos.
En zona spoiler paso a desglosar algunos de los bastantes errores que acumula la peli.
La película empieza con buen pulso, retrata perfectamente a la protagonista (correctamente interpretada por la actriz Thomasin McKenzie), su entorno familiar y su ascendente rural. También está bien contada su llegada a la gran ciudad de Londres (bien fotografiada y llena de neón), lo cual es un choque que apabulla a cualquiera que proceda de una pequeña aldea. Después, nos introducen a personajes completamente estereotipados (sus compañeros de residencia estudiantil, en especial la abeja reina de la residencia, con la que comparte habitación) y entre ellos, hay un chico que pasa a ser "el comprensivo-bienintencionado". Después de mudarse la prota, huyendo del jaleo en la residencia, arranca de verdad la peli, con las primeras ensoñaciones nocturnas, en las que se funde con el personaje que interpreta la hipnótica Anya Taylor-Joy. Los primeros "viajes nocturnos" están muy bien conseguidos y son fascinantes... pero a partir de ahí, el director Edgar Wright pierde el ripio y parece pretender que el espectador comulgue con rueda de molino.
En una película que podemos calificar como "thriller fantástico", no todo vale. Ha de haber una mínima coherencia y aquí brilla por su ausencia, de manera que al final, uno se queda pensando más en las incoherencias de la historia que en lo que está pasando en pantalla. Además de eso, los personajes deben resultar creíbles porque si están bajo amenaza seria, el espectador debe implicarse. En ese aspecto, la cinta es una obra fallida, tramposa y vacía, con una serie de giros absurdos y unos cambios en el punto de vista de cámara completamente incoherentes. Como dije en el título de mi crítica, roza el aprobado por sus hallazgos estéticos (sus juegos especulares llegan a asombrar, así como el vestuario y la ambientación sesentera) y añado que también porque aguanté hasta el final y no se me hizo pesada. El resto es pura filfa y al director se le va la historia de las manos.
En zona spoiler paso a desglosar algunos de los bastantes errores que acumula la peli.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
1. En las primeras ensoñaciones/viajes en el tiempo, la protagonista experimenta en sus carnes lo que le sucede a la bailarina/cantante, pero después, cuando las cosas se ponen tensas, pasa a verlo como espectadora extracorpórea... y eso es un error narrativo como un templo. Hay que mantener el prisma (el punto de vista) de la protagonista y no abandonarlo a capricho del director. Ahí empiezan a subestimar a los espectadores.
2. Las escenas en las que se ve el asesinato de la cantante/cabaretera/prostituta, son una mera trampa para despistar al espectador y luego terminar de sorprenderle. Ahí vuelven a tomarnos el pelo.
3. El personaje del pretendiente y compañero de clase de la prota, no es creíble. No hay ningún tío (por muy salido o enamorado que esté) que pueda superar una primera cita de pesadilla como esa. Nadie hubiese superado la criba ni el horror que le hacen pasar a ese chico en esa habitación (en la que incluso se llega a cortar los pies con los cristales del espejo). Es absurdo que vuelva a insistir. Es absurdo que "vuelva a por más"... y llega un punto en que al chico no te lo crees.
4. Es absurdo que la chica no abandone la pensión cuando sus noches allí la tienen aterrorizada y traumatizada, afectándole también por el día.
5. Es increíblemente vaga la descripción que del sospechoso hace la prota en comisaría. Recordemos que sabe hasta su mote (Tentáculos) y se limita a describirlo como "un señor que anda por el Soho". Así sin más.
6. Y aquí llegamos a la madre del cordero: resulta que al final, nos dicen que en los años sesenta hubo múltiples desapariciones de clientes de un mismo local, el cual abandonaban siempre en compañía de la misma señorita y acudían todos a su casa... y luego se les tragaba la tierra. Y como esas desapariciones están sin resolver, se entiende que los policías de la época debían ser unos subnormales que no sabían hacer su trabajo ni dónde tenían la mano izquierda... además de que el proxeneta que controlaba a la chica, no le pedía cuentas a su "protegida" por tales desapariciones. Este es el mayor despropósito del guion, fiel reflejo de la época en que vivimos. Ahora se puede insultar nuestra inteligencia alegremente en aras de la estética deslumbrante, de lo bonito, del cuidado envoltorio.... y servidor no pasa por ese aro porque, vuelvo a decir, en lo fantástico, no todo vale, sobre todo cuando también hay una trama criminal y ésta debe tener algo de coherencia para que te importe lo que sucede.
2. Las escenas en las que se ve el asesinato de la cantante/cabaretera/prostituta, son una mera trampa para despistar al espectador y luego terminar de sorprenderle. Ahí vuelven a tomarnos el pelo.
3. El personaje del pretendiente y compañero de clase de la prota, no es creíble. No hay ningún tío (por muy salido o enamorado que esté) que pueda superar una primera cita de pesadilla como esa. Nadie hubiese superado la criba ni el horror que le hacen pasar a ese chico en esa habitación (en la que incluso se llega a cortar los pies con los cristales del espejo). Es absurdo que vuelva a insistir. Es absurdo que "vuelva a por más"... y llega un punto en que al chico no te lo crees.
4. Es absurdo que la chica no abandone la pensión cuando sus noches allí la tienen aterrorizada y traumatizada, afectándole también por el día.
5. Es increíblemente vaga la descripción que del sospechoso hace la prota en comisaría. Recordemos que sabe hasta su mote (Tentáculos) y se limita a describirlo como "un señor que anda por el Soho". Así sin más.
6. Y aquí llegamos a la madre del cordero: resulta que al final, nos dicen que en los años sesenta hubo múltiples desapariciones de clientes de un mismo local, el cual abandonaban siempre en compañía de la misma señorita y acudían todos a su casa... y luego se les tragaba la tierra. Y como esas desapariciones están sin resolver, se entiende que los policías de la época debían ser unos subnormales que no sabían hacer su trabajo ni dónde tenían la mano izquierda... además de que el proxeneta que controlaba a la chica, no le pedía cuentas a su "protegida" por tales desapariciones. Este es el mayor despropósito del guion, fiel reflejo de la época en que vivimos. Ahora se puede insultar nuestra inteligencia alegremente en aras de la estética deslumbrante, de lo bonito, del cuidado envoltorio.... y servidor no pasa por ese aro porque, vuelvo a decir, en lo fantástico, no todo vale, sobre todo cuando también hay una trama criminal y ésta debe tener algo de coherencia para que te importe lo que sucede.