Una película clandestina sobre una ciudad tomada, un ingeniero liberal, saqueos, hambre y una historia de amor, o varias, artistas avergonzados de convivir con simples obreros, los personajes parecen haberse criado juntos realmente, la unión para resistir y un matrimonio de guerra, creencias y alemanes que se lo llevan todo, toques de queda y una intriga bélica perfecta y a la vez modesta, sótanos, casas donde se utiliza la estufa o la cocina, ganar un abrigo maravilloso...

Una historia grabada en tales condiciones no puede tener todos estos ingredientes sobre la angustia y el miedo, la piedad y el perdón, una carrera por conseguir información, Roma se mueve desde su alemán más poderoso hasta los niños terroristas en potencia, caminos difíciles dónde se acerca a una vida sucia e inmunda, una miseria que mantiene el tono en todo su recorrido, ciertamente las paredes oyen, llega el momento, no hay manera pero lo tiene que lograr, la película pudo ser más ambiciosa y sacar una secuencia sobre lo que se hizo con el dinero, pero se centra el castigo para unos y otros, su nombre es el de su carnet falsficado, no es hora de crear un mártir.