En esta tercera parte da igual quién sea el malo, lo importante es el plan que tiene, una máscara que probablemente salga en cualquier película de segunda fila para generar el mal, escenas de acción y planos de ciudad que aportan el horror del crimen y la lucha del legendario pero de confuso destino Harvey, Batman es la leyenda oscura por el bien de la sociedad, Nolan retrata a la gente de poder con proyectos egoístas y no esconde ese simulacro de luchas de extremas derecha e izquierda, panfletos políticos?...para eso observa lo que sale en los telediarios...

Parte de seres refugiados y con poco que hacer en tiempos de paz y dota a la película de dinamismo con la bella ladrona y el inquieto policía, juega con un guión sólido para involucrarlos, tiene interés en todo momento, sumerge en la tragedia y el dolor, en el trabajo de alcantarilla, encuentra alternativas y ambiciones y, para mí muy importante, un digno sucesor de Jocker, con un plan de subsuelo y un ejército clandestino dotado de fuertes creencias.

El huérfano que también cree va enlazando y es el personaje que abre caminos para que el desarrollo resulte confortable para el espectador, luego ya simplemente el mal surge de donde trataron de enterrarlo, llega la tormenta mientras Wayne carece de cartílagos, ambos protagonistas emergen de oscuridades opuestas, lo radical es contado de extremos límite con pasados cercanos, todos los recursos y conocimientos del cine de acción parecen quedar etiquetados en una historia que pone todas las vidas en juego.

La expectación es poderosa, Batman tarda y pierde protagonismo en beneficio de su nuevo juguete, pero la película se va centrando y concretando, enfrentamientos con enemigos pero también con amigos, el reactor de la energía limpia, de la energía nuclear, quiebra, sufrimiento, carácter, dosificación, cuerpo y espíritu, tortura, desesperación, Bane toma el control de diez kilómetros de alcance sin nadie que la desarme, el terrorismo propuesto, al menos en mi caso, produce un estímulo anárquico en el que creer que es posible arrebatar el poder a quiénes lo tengan, a políticos y ricos, una tormenta para entregárselo igualmente a seres peores, pero en definitiva un desenlace con todos en activo, hay que disfrutar de una cuenta atrás ya vista, pero bien grabada, tienen el permiso para morir, honor y venganza, el pueblo americano sometido al abismo.