Un cuento tradicional nipón sobre el trato al ser humano, todos deben ser iguales, pero la propia vida los pone en dificultades, en un contexto dónde los campesinos temen por sus cosechas y el ejército amenaza, una familia de la nobleza cae en la desesperación y el amparo del resto, un buen tratamiento de la generosidad en tiempos de explotación y desposesión de cargos, la película es pura como el agua de manantial y consigue una sensación de paz en el espectador en medio del sufrimiento.

Los campesinos tienen derecho a la libertad, la nobleza tiene la obligación de la caridad para ser personas, un Buda como recuerdo de la enseñanza y la educación, si se le suma la música típica, "El intendente Sansho" es el arte llevado al cine, se conocen las costumbres de los antepasados e incluso se reconoce la forma de vida actúal del mundo oriental, un recorrido por la esperanza y el honor al padre a pie, con el peligro como compañero, una aventura que depende de la hospitalidad en tales circunstancias tiene un destino claro, niños raquíticos de la exclavitud.

Las bestias que les somenten al trabajo, los beneficios que obtiene el país impiden el cambio, se siente el abuso y el dolor, la ternura se transforma en frustación y se entiende el cambio de la sangre noble a la del delincuente, secuencias tristes y duras, la crudeza de marcar la frente o cortar ligamentos de los pies, la vergüenza y la clemencia, la única salida es reencarnarse en alguien de familia rica.

A destacar el dominio de los tiempos en cada etapa de la vida del protagonista, tiene algún interrogante* que se responde con la escusa de hacer el cuento más sentimental, pero la escena del silencioso suicidio es monumental, luego la película cae en el debate sobre el egoísmo del humano, la incompatibilidad con la misericordia o la diplomacia, la autoridad que pone a prueba la humildad del protagonista, la ética de la película hace triunfar moralmente a las personas honradas, los campesinos liberados son igualmente pecadores, sólo el encuentro proporciona la liberación, las acciones correctas no llevan al triunfo, pero ejecutar las ideas enseñadas por el padre le permite vencer al odio y la avaricia.