Se trata de una película realmente no apta para todos los públicos. Es un filme bastante pedante en mi opinión, pero para los cinéfilos que rozamos el frikismo resulta interesante hasta cierto punto y te puede aportar buenas ideas en el montaje y en algunas escenas determinadas. Lo que sí que es cierto, es que tiene unas cuantas escenas absolutamente infumables y demasiado personales. Un travelling de 10 minutos deja de ser un travelling para convertirse en "un tío cogiendo una cámara", es decir, la historia no avanza, y el público se aburre. Pero lo positivo, es que tiene algunos diálogos muy logrados e ideas sobre el montaje que influirán a nuevos creadores en el futuro, es decir, en ciertos aspectos innova y en otros lo único que hace es aburrir, hacer el pedante y plagiarse a sí mismo. Por tanto, un merecido 5 por ambas partes, tanto por su versión genial, como por su versión de pedante egocentrista.