Este film está considerado como el mejor de Aldrich, al decir de muchos críticos, sobre todo es la opinión de los que siempre le consideraron como un cineasta menor, con mucho artificio y poco cine verdaderamente bueno.
Y del mismo modo, también se ganó enemigos irreconciliables al ser un film duramente crítico y mordaz, comenzando, sin ir más lejos, con su personaje principal, el detective privado Mike Hammer, creado por el escrito Mickey Spillane (la novela se vendía a bajo precio en los kioskos de todo el país), al haber cambiado a su conveniencia, su personalidad, convirtiéndole poco menos que en un vengador, un hombre poco escrupuloso, siempre actuando en beneficio propio. Esto causó sarpullidos en la mente de los fans del bueno de Mike, amén de ser considerado el film como una película casi casi antiamericana. El final es un buen ejemplo de ello.
Se trata de una buena cinta, elogiada desde su estreno por la crítica internacional, aunque no fue muy vista en salas grandes, no en vano constituía un toque de atención al cada vez más probable ataque o accidente nuclear u atómica. Lo cierto es que viéndola se tiene la sensación de que es una muy buena película, dotada de un guión complejo, pero interesante.
Con interpretaciones notables (formidable Meeker así como el largo elenco de actores/acrices secundarios).
La atmósfera tiene vida, ayudado por una fotografía en blanco y negro preciosa. Pero a pesar de todo ello, a mí me gustó, cierto, pero no demasiado. Yo pensaba que sería más lineal, y no lo es, así que puedo decir que me sorprendió y tardé un tanto en recuperarme. Eso dice mucho en su favor.

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