Ultimamente me estoy interesando por el cine hecho en Alemania y si la semana pasada disfrutaba descubriendo la película dirigida por Doris Dörrie, "Bin ich chöne", ahora le ha tocado el turno a Roland Suso Richter, director interesante que nos deja aquí un drama carcelario muy bien realizado, aunque su desarrollo final no esté al mismo nivel que su arrollador inicio. Descubro con este film a un interesante actor, Kai Wiesinger, totalmente desconocido para una servidora y que encarna de manera más que correcta a un abogado que se cree que es el amo del mundo sólo porque se va a casar con la hija del Ministro de Justicia alemán. El director nos regala un drama ambientado en el sistema penitenciario del país germano muy comparable con el que pudimos sufrir en "El expreso de medianoche", aunque éste último estuviera ambientado en Turquía. Junto a Wiesinger podemos conocer a Katarina Meinecke como la psicóloga de la cárcel o a Michael Mendl como presidiario que le hace la vida imposible al protagonista. Aunque también tengo que advertiros que Sylvia Leifheit está horrible como la prometida del abogado. Esta actriz ya forma parte de mi lista de peores actrices de todos los tiempos. Aún así recomiendo ver esta película, merece la pena.