"Zoolander" no da ni más ni menos que lo que propone, el que se deje engañar es porque quiere. Ben Stiller es ya suficientemente conocido por su lado cómico y se caracteriza por reírse de sí mismo y de los demás con la misma facilidad. En este caso, el actor y director americano se mete de lleno con la superficialidad del mundo de la moda, riéndose en la cara de todo esos modelos y diseñadores que se creen el ombligo del mundo y que no tienen dos dedos de frente. Es increíble la pasta que se lleva un modelo por desfilar, las féminas todavía ganan más que los modelos masculinos. Y la película no es más que éso, una crítica en tono de comedia de este mundo tan falso. Stiller está genial como Derek Zolander, el modelo de moda, desbancando por una nueva figura que entra con fuerza en las pasarelas de todo el mundo como en es modelo Hansel, ese Owen Wilson también excelente. El duelo entre estos dos cómicos, grandes amigos en la vida real, es el centro de la película y lo que la sustenta básicamente. Junto a ellos, la esposa en la vida real de Stiller, una desaprovechada Christine Taylor que es una interesante actriz desgraciadamente poco vista en el cine. Un divertidísimo Will Ferrell como el malo de la función y una poco convincente Mila Jovovich como su mano derecha completan el reparto de esta película que te hará pasar un rato más que entretenido.