Maravillosa película la que nos traía la director australiana, Jocelyn Moorehouse, en el año 1995. Muchos la critican por ser una película hecha por y para mujeres pero no sé qué podría tener de malo, creo que cualquier espectador masculino podría disfrutarla igualmente con un poco de paciencia y sensibilidad aunque es cierto que los personajes masculinos no quedan muy bien parados en esta historia.

La protagonista es una preciosa Winona Ryder en su época dorada, en los 90, cuando hacía películas como churros, cuando dejaba unas interpretaciones muy dignas, antes de convertirse en cleptómana dándole por robar en tiendas de ropa o quedarse con las joyas prestadas para la gala de los Oscar, antes de írsele la chaveta, en resumen.

Winona es aquí una veinteañera que no tiene claro si quiere casarse con su novio de varios años, no sabe si él es realmente su amor definitivo, tiene miedo al compromiso, a equivocarse. L actriz está bastante correcta y se reúne aquí con un elenco de actrices veteranas a cual más maravillosa. Es un auténtico lujo ver trabajar juntas a actrices de la talla de Ellen Burstyn (bellísima y elegante), Anne Bancroft (es mi preferida, actriz que siempre me ha atraído mucho, rebelde y descarada), Kate Nelligan( desde que la descubrí en "El príncipe de las mareas" me gusta), Alfre Woodard (actriz estupenda y desaprovechada), Lois Smith (maravillosa y desconocida por mí hasta ahora), Maya Angelou (poetisa más que interesante) y Jean Simmons (bella y elegante al igual que la Burstyn).

Por aquí se dejan ver también la interesante y atractiva Samantha Mathis, última novia del tristemente desaparecido River Phoenix, Clare Danes en un muy secundario papel, Dermot Mulroeny correcto y un guapísimo Jonathon Schaech en toda su plenitud física.

La colcha que hacen la abuela del personaje de Winona y sus amigas es una auténtica maravilla y cómo cada una impregna en su trocito de colcha de lo que ellas consideran que es donde reside el amor es una delicia.
Un saludo,
Tess