Me ha encantado esta película. Muchos dirán que es una típica americanada, que es fantasiosa, que es la típica película de acción americana, pero lo que contaba esta película allá por el año 1998, tres años antes de la catástrofe de las Torres Gemelas de Nueva York, de forma totalmente premonitoria, es apabullante.

Edward Zwick es otro de esos artesanos que no fallan, que son discretos pero que dirigen películas que no dejan de tener su mensaje y que son increíblemente entretenidas y, sobre todo, si viene acompañadas de unas actuaciones como las de estos actores.

Contar con la presencia de una maquina de la actuación como es el atractivo Denzel Washington ya es una garantía de que lo que se va a ver por lo menos va a estar bien interpretado, creíble, y es que este maravilloso actor tiene una naturalidad a la hora de ponerse frente a la cámara que es impresionante. Denzel es lo mejor de esta película, su papel como agente del FBI encargado de investigar actos terroristas en la ciudad de Nueva York parece que le viene dado por naturaleza, llena la pantalla en cada escena y es una delicia verle actuar.

Junto a él un simplemente correcto y mucho más secundario Bruce Willis, una magnética e interesante Anette Bening y un atractivo y muy correcto Sami Boujaila. También tengo que mencionar el buen trabajo realizado por el eterno secundario, Tony Shalhoub.

Los efectos especiales a la hora de plasmar los atentados terroristas en Nueva York son magníficos y para mí, que he tenido la gran suerte de conocer esta ciudad, son otro de los alicientes de la película, que me tuvo enganchada y pegada a la tv de principio a fin. Una de las recomendaciones de películas de los 90 que no puedo dejar de pasar por alto.
Un saludo,
Tess