Tenía ya ganas de hincarle el diente a esta película que puso en el candelero de Hollywood a un Javier Bardem que empezaba a dejarse ver por los cines americanos y que le dio la posibilidad de ir a la ceremonia de los Oscars de ese año como candidato a mejor actor por este papel, el del escritor cubano Reynaldo Arenas, figura de la que yo no conocía absolutamente nada. Siempre me han gustado las películas basadas en hechos y personajes reales y la posibilidad de conocer un poco de la vida y sufrimientos de este escritor y su lucha para ser leído y respetado en una Cuba infranqueable y totalmente dictatorial merece la pena. De todas formas, la película, a pesar de ser un trabajo nada despreciable, no me ha llegado tanto como yo esperaba. Cierto es que Bardem, actor que me parece muy antipático con la prensa de su país y encantador con la prensa americana, cosa que nunca entenderé, me parece una maravilla interpretando a Arenas. Como actor, poco se le puede reprochar y creo que es el gran artífice de que esta película llegara tan lejos como llegó. He visto la versión doblada al castellano y el propio Bardem es el que se hace cargo de su doblaje con un bastante logrado acento cubano. No se puede decir lo mismo del resto de actores, cuyo doblaje es penoso y hace que la película baje muchos puntos. De todas formas, el director, Julian Schnabel, se rodea de un grupo de secundarios que no lo hacen nada mal, entre ellos destacaría al guapo francés Olivier Martínez, uno de los pocos secundarios que tienen algo de peso en la película junto a Bardem. Johnny Depp tiene doble trabajo aquí, como travestí y como general cubano. El resto de secundarios apenas aparecen en pantalla, como es el caso de el mexicano Diego Luna, la española Najwa Nimri o el americano Sean Penn, casi irreconocible, por cierto. Decía una usuaria que aparecía también Robert Downey Jr, pero yo no he conseguido encontrarle por aquí. Interesante película, notable y recomendable de ver pero con ciertos fallos, aparte de ese horrible doblaje, por ejemplo, una fotografía demasiada oscura, poco protagonismo de secundarios, flojo guión, pero, a pesar de todo, merecedora de ser tomada en serio.