Me quito el sombreo ante Charlize Theron. Ella es "Atómica", sin ella la película no existiría, simplemente, porque ella la llena en cada segundo, con un físico apabullante, rubia platino que nos recuerda sus comienzos como chica Martini. Productora en parte de esta película, la sudafricana pasaría 5 años desarrollando el proyecto con el acierto de contar como director de la misa con un David Leitch que está de moda y que va a dar mucho que hablar y mucha caña para el cuerpo porque ha sido director de un "John Wick" lleno de mala ostia. Theron se encargar de realizar la mayoría de sus escenas de lucha cuerpo a cuerpo contando para ello con 8 entrenadores personales nada menos, olé ella, y partiéndose en el intento dos dientes, casi nada. Sé que hay muchos aquí que no han disfrutado con esta película y es cierto que el argumento no es nada del otro mundo, pero el diseño de producción, la ambientación, la impresionante banda sonora recopilatoria de grandes temas de los 80 y la gran actuación de sus actores me han hecho disfrutar en el cine y no desear que terminara nunca, y éso es un mérito hoy día, una sala, por cierto, casi vacía para ver a esta nueva heroína de acción. Junto a la hipnotizante Theron tenemos a un guapísimo James McAvoy que está francamente bien y con un cambio físico monumental a como le descubrí en "La desaparición de Eleanor Rigby", fuerte y fibroso perfecto para su papel. Junto a ellos los veteranos John Goodman y Toby Jones en papeles testimoniales y una desconocida para mí francesa de origen argelino, Sofia Boutella, quien es la única quizás que no me ha convencido del todo. Muy recomendable.
Un saludo,
Tess