Es impresionante el tirón tan enorme que tiene Quentin Tarantino y ésto queda claramente demostrado en la cantidad de comentarios que ha provocado esta última película suya. Tarantino no deja indiferente a nadie, unos lo adoran, otros lo aborrecen y otros, entre los que me encuentro, disfrutamos, sín más, de su cine sin llegar a perder la cabeza por él. Para mí "Malditos bastardos" es una más que interesante película que se hace demasiado larga para lo que cuenta. La idea es tentadora y el dominio del director a la hora de trasladar las imágenes a la pantalla es indudable, pero una media hora menos le habría hecho mucho bien a la película. De todas formas, yo he disfrutado con ella. El grupo de los "bastardos" que da título al film me ha parecido, como apuntan muchos otros usuarios, una mera excusa para desarrollar la acción, ya que carecen del protagonismo que se le podría imaginar en un principio. Brad Pitt deja a un lado su atractivo físico para meterse en la piel de un cazador de nazis poco agradable. Su actuación no está mal pero no es para nada de lo mejor que ha hecho este actor. Para mí hay un descubrimiento que marca el devenir de toda la película y es ese actor austríaco llamado Christoph Waltz y su personaje, Hans Landa. Cuando el pasado mes de Febrero recibía el Oscar al mejor actor de reparto por este papel se estaba haciendo justicia. Está inmenso, no tengo ni idea de dónde lo ha sacado Tarantino pero ha hecho sín duda el descubrimiento del siglo con él. Lo mismo podría decirse de la parisina Mélanie Laurent, quién disfrutó como una enana interpretando a Shoshanna ya que confesó que matar a Hitler habría sido un sueño para ella, actriz de orígen judío. Por su parte Diane Kruger ha demostrado aquí que no sólo es un rostro bonito y que es capaz de interpretar con veracidad, algo que no se podía ver en su anterior trabajo, "Troya". Michael Fassbender es otro de los que han llamado mi atención. En definitiva, creo que lo último de Tarantino no tiene desperdicio aunque no es plato para todos los gustos y hay que verla con buena disposición a dejarse llevar por el argumento.