Cuando se va a ver cine se debe de tener una idea de lo que se va a ver para no llevarse después muchas desilusiones, que es lo que creo que se han llevado muchos aquí con esta película. Tampoco se debe de estar continuamente comparando una película con otra de temática similar anterior a ésta y que te haya gustado mucho como les pasa a todos aquellos que se quejan de que no es tan buena como "A todo gas" porque cada una tiene su estilo.

Aquí lo que me echa para atrás de esta película es que se hace demasiado larga y cansina y, a pesar de ser un trabajo supuestamente de acción y movimiento con esas impresionantes carreras de coches y esos modelos de deportivos que quitan el hipo, a mí se me hace aburrida y ése es un gran impedimento para ponerle más nota.

Los secundarios no destacan especialmente, siendo Rami Malek antes de ponerse en la piel del cantante Freddy Mercury, quién tiene que apechugar con una escena ridícula con desnudo integral incluido que no venía a cuento y que es de lo más estúpido de toda la película.

El protagonista es un desconocido para mí Aaron Paul. Debo de ser de las pocas personas que no ha visto aún su serie "Breaking bad" no le conocía de nada y, la verdad, no está mal. Junto a él la británica y bonita Imogen Poots quien me había encantado en "Lío en Broadway" y que aquí cumple correctamente y la bella hija de Melanie Griffith, una Dakota Johnson en un papel muy secundario y flojo antes de sus "50 sombras de Grey".

Un actor tan maravilloso como es Dominic Cooper, guapísimo y debilidad mía desde hace tiempo, está aquí en una de sus peores actuaciones ya que su personaje de "villano" es una simple caricatura sin personalidad ninguna y el magnífico y veterano actor Michael Keaton está aquí simplemente ridículo, toda una pena.

Un saludo y ánimo, que ya nos queda menos para poder volver a nuestras vidas.
Tess,
"Me lo quitaron todo".