Soy una gran seguidora de Tim Burton, no me considero una fanática de él pero sigo sus trabajos y me parece un director muy interesante. Con él pasa como con Tarantino, salvando las distancias, en el sentido de que hagan lo que hagan nunca pasan desapercibidos y levantan pasiones tanto a favor como en contra, pero nunca provocan indiferencia. La mayoría de las críticas negativas sobre esta película proviene de seguidores de las historias creadas por Lewis Carroll y creo que Burton nunca ha pretendido hacer una copia del original, sino que pretendía reflejar su personal visión de lo que le hubiera gustado encontrar en Alicia y si la imagen que Burton ha tenido de esta protagonista ha sido con armadura y espada enfrentándose a un peligroso dragón pues es digno de respetarse. A mí no me ha parecido ninguna maravilla y tengo claro que no es ni mucho menos una de sus mejores obras, pero tampoco me ha decepcionado ni me ha espantado, al contrario, me ha resultado hasta entretenida y creo que ha sabido, de nuevo, rodearse de un elenco de actores y actrices que han contribuido claramente para mí a favor del film. Es la séptima vez que Burton pone a su órdenes a su actor fetiche, un Johnny Depp que no nos deja aquí una sublime actuación como nos suele tener acostumbrados, pero que se hace con el difícil papel de ese sombrerero loco de look totalmente imposible. Es la sexta vez que Burton cuenta con Helena Bonham-Carter, su musa y su pareja sentimental, actriz rara donde las haya y a la que este tipo de personajes como la malvada y excéntrica Reina Roja le viene como anillo al dedo. Creo sinceramente que ella es una de las piezas claves para meterte en la película. De la joven australiana Mia Wasikowska decir que ha sido una verdadera y grata sorpresa, una actriz a la que sólo había visto actuar en un papel muy secundario en la interesante "Resistencia" junto a Daniel Craig y que creo que ha sido una excelente elección por parte del director a la hora de darle el papel de Alicia, tanto físicamente como a la hora de desarrollar dicho personaje. Para mí, está francamente bien. De la siempre interesante Anne Hathaway decir que se hace cargo del papel quizás menos atractivo de todos, como es el de la Reina Blanca y creo que la joven actriz hace lo correcto con ella sín destacar tampoco especialmente. Crispin Glover se saca de la manga una correcta actuación como la mano derecha de la Reina Roja. Pero no sólo ante las cámaras se rodea Burton de un interesante grupo de intérpretes, ya que tras las mismas hay todo un grupo de veteranos de la actuación poniendo voces a los diferentes y locos personajes de la película. Ahí tenemos, por ejemplo, al gran Christopher Lee dándole voz al dragón, a Alan Rickman como el gusano de seda, a Michael Sheen como el conejo blanco, a Timothy Spall como el temible perro guardián o a Stephen Fry como el gato de Chesire. En definitiva, es una película típicamente burtoniana y hay que hacerle frente con todas sus consecuencias.