Decía la actriz Michelle Monaghan, protagonista de esta serie, que éste había sido, sin duda, el trabajo más complicado que le había tocado hacer como actriz, ya que no tenía que hacerse cargo de un personaje, sino de dos.

Michelle no es una actriz que haya destacado de manera brutal como otras actrices en su carrera frente a las cámaras, ha sido una actriz solvente pero discreta, que ha ido obteniendo proyectos poco a poco, y
este ha sido para ella un reto, ya que tenía que hacerse cargo de dar vida a dos gemelas idénticas físicamente pero con un carácter totalmente independiente, y creo que la actriz ha conseguido que seamos capaces de diferenciarlas en esta serie que, sin ser nada del otro mundo , es pasable y entretiene queriendo que sepas qué va a pasar al final con estas gemelas problemáticas.

Como digo, Michelle Monaghan es la estrella aquí, sobre ella recae el peso de la serie, acompañada por unos secundarios algo más desdibujados.

Matt Bomer es guapísimo pero aquí tiene una presencia muy floja como marido de una de las gemelas. Por su parte el atractivo Daniel Sunjata como marido de la otra chica, llena muy bien la pantalla.

Jonathan Tucker deja a un lado sus papeles de eterno adolescente y se hace cargo de un personaje mucho más atormentado, consiguiendo dar una buena actuación. La canadiense Karen Robinson, con su rostro tan particular, está francamente bien como sheriff tocapelotas.

Se ve que la producción no cuenta con gran presupuesto, no permanecerá en tu memoria como la gran serie del año, pero Monaghan da todo lo que tiene para hacer creíble a sus personajes y se deja ver medianamente bien.
Un saludo,
Tess