Me ha encantado esta película, y mira que pensaba que sería una mamarrachada, pero es realmente divertida y con unos diálogos ocurrentes y frescos, y unos personajes muy bien desarrollados. No puedo creer que los de Hollywood entendieran nuestro humor, no me parece que sea la típica película de Oscar, pero aún así se lo llevó en el año 1992 y me alegro por ello. Fernando Fernán Gómez está como en él es habitual, soberbio. Gabino Diego está para ponerle un monumento, me parece un gran actor totalmente infravalorado y encasillado por su físico tan peculiar en papeles de tonto. Junto a la gran Chus Lampreave nos regala los momentos más disparatados y divertidos del film. A Jorge Sanz, actor que no me gusta nada, se le entiende todo cuando habla, cosa que ya es mucho pedir, porque normalmente hay que subtitular sus películas, tiene una dicción horrorosa. Aquí está mejor de lo que en él es normal. Ariadna Gil no ha sido nunca santo de mi devoción y me parece la más floja del cuarteto protagonista, está correcta. Miriam Díaz Aroca está sorprendentemente bien para ser su debut en el cine, nadie la menciona pero para mí está estupenda, natural y convincente. No entiendo por qué no ha continuado con su carrera como actriz. Maribel Verdú es mi favorita, es una pedazo de actriz, aquí en todo su apogeo físico y como actriz, divertida y seductora, un papel que le viene como anillo al dedo. Penélope Cruz se estaba dando a conocer y mantenía la frescura, la naturalidad y el desparpajo que ha ído perdiendo y sustituyendo por el falso glamour de Hollywood, tan sólo Pedro Almodóvar fue capaz de devolvérselo en "Volver". Me ha encantado su personaje de Luz, con su peculiar voz y su cara aniñada estaba perfecta. El gran Agustín González tiene un papel pequeño pero lo borda, al igual que Jesús Bonilla. Merece muy mucho la pena, la verdad, me ha hecho pasar un rato muy divertido y se me ha pasado volando, una pequeña joya de Fernando Trueba.