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España España · León
Voto de jvalle:
8
Romance. Drama Jane Eyre, una muchacha educada en un orfanato y de triste infancia, es contratada por Edward Rochester para trabajar como institutriz de una niña en Thornfield House. La aislada y sombría mansión, así como la inicial frialdad del dueño de la casa ponen a prueba la fortaleza de la joven. Sin embargo, poco a poco empieza a enamorarse de él. (FILMAFFINITY)
31 de diciembre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas novelas han disfrutado –o sufrido, según se quiera ver- de tantas adaptaciones al cine como Jane Eyre, el clásico de la literatura inglesa de Charlotte Brönte. Trasladar una narración del calibre de Jane Eyre a la gran pantalla no supone tarea fácil, pues uno corre el riesgo de convertir el magnetismo imperecedero del libro en una completa y absurda nadería que poco o nada tenga que ver con el material original. La idea resulta, no obstante, muy atractiva: ver a unos personajes a los que has imaginado en tu mente después de leer el libro, e incluso con los que has conectado o simpatizado, supone un llamativo y peligroso proyecto que pocas veces ha resultado exitoso. Además, después de siete películas y tres miniseries, cabe preguntarse qué sentido tenía realizar otra adaptación más de la novela romántica por excelencia –con permiso de Cumbres borrascosas-. El escritor cubano Calvino dijo una vez que "un clásico es un libro que nunca termina de decir todo lo que tiene que decir". Quizá por eso la nueva versión del director Cary Fukunaga se agradezca tanto por el tono –academicista a la vez que original- como por el contenido –fiel a la vez que innovador-.

Fukunaga ha optado por un ritmo lento que puede llegar a aburrir al espectador más intolerante, pero que nunca entorpece la narración, que avanza con dulzura y suavidad, como si el material original hubiese sido tratado con mimo y cuidado. Pueden chirriar los diálogos por su tono elevado y culto, propio de la época y la clase a la que pertenecen los personajes. Sin embargo, nunca parecen impostados, sino que salen de la boca de los actores con naturalidad y espontaneidad. Mérito del guión de Moira Buffini, que ha sabido captar el espíritu de la novela en el libreto, y mérito de unos intérpretes en continuo estado de gracia. La joven Mia Wasikowska ha sido la encargada de dar vida a la protagonista, cuyo doloroso y triste pasado está perfectamente reflejado en la mirada gélida y solitaria de esta institutriz que enamora desde el primer momento a Edward Rochester, el dueño de la finca Thornfield a la que irá a parar la joven e inexperimentada Jane. Michael Fassbender ha sabido dotar de veracidad e intensidad a este terrateniente de gran corazón que parece atravesar una depresión constante, fruto de un error del pasado que le sigue atormentando. Su inicial frialdad pondrá a prueba la fortaleza de la joven. También se agradecen las siempre estupendas presencias de Judi Dench y Jamie Bell, dos actores habituales en el cine británico.

La aislada y sombría mansión desprende una fría soledad que parece congelar los sentimientos de todos sus habitantes, pendientes de explotar en cualquier momento. El excelente trabajo de fotografía de Adriano Goldman capta a la perfección esta frialdad, imprimiendo a toda la cinta un tono gris y azulado, apoyado también por esos paisajes tan desoladores y yermos que Fukunaga retrata con largos planos aéreos. El director ha conseguido inyectar a la atmósfera la soledad, el miedo, el abandono y el deseo reprimido de los personajes. Este hielo emocional se irá agrietando poco a poco por la llama del amor, cuya pasión irá inundando las vidas de Edward y Jane hasta verse desbocados por un sentimiento que no pueden controlar. Quizá la película muestre esta venerada historia de amor imposible con precisión e inteligencia, pero no llega a trasmitir todo el arrebato emocional que un romance tan salvaje y cautivador como este debería. En cualquier caso, el ambiente gótico y sombrío, la naturaleza dual de los personajes, sus pasiones y miedos interiores, están captados con elegancia y acierto por la cámara de Fukunaga, que ha logrado una admirable y notable adaptación literaria de todo un clásico de la literatura universal. Ahí es poco.
jvalle
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