Una película de humor, una película de cachondeo, es la milicia de Clint Eastwood; aquí no hay guerra ni hay nada. Una película de chiste, no sé si bueno o malo, para muchos en un chiste bueno porque para los chistes tiene mucho que ver quién los cuenta, y cómo los cuenta, eso les da valor. Y te pueden hacer gracia aunque los veas venir.

Aquí, no es que los americanos hagan de héroes exactamente si no que a ellos eso de la guerra les viene de lejos, o sea, que no les cuentes películas que ya te la cuentan ellos. ¿Qué es entretenida? Tal vez, pero da un poco de repelús que tanto cachondeo en esos escenarios se base en lo de siempre: ver a los americanos como si la guerra fuera de cachondeo y, llegado el caso, hacerse coleguitas del tonto soldado alemán de turno.

Si Hitler tenía a Guderian y a Rommel, los USA tenían a Clint Eastwood, y ya está. Punto. No hay color. Y de eso se trata. Aquí no hay guerra, es una película de cachondeo, y al que le haga gracia, mejor para él. Hay que verla como lo que es y aceptarla como lo que es, una película de humor, amable... Una película como puedan ser: La brigada del diablo, Doce del patíbulo... Con un complejo de superioridad elevado a la enésima potencia. Otra cosa es, por ejemplo, Operación Pacífico…

Pero, vamos, esta es una película de chiste pero que no te ríes con ella.