Esta película no puede ser más que interesante porque no es más que un ejemplo de fidelidad animal. Y totalmente creíble.
Me enteré el otro día que el verano pasado un conocido metió en el maletero de su coche a su mujer y al perro y salió de Madrid hacia el pueblo. Después de más de doscientos kilómetros llegó y abrió el maletero con la curiosidad de ver qué tal habían hecho el viaje. La mujer salió con un cabreo monumental, le insultó, le agredió y mentó a toda su familia, incluido fallecidos tiempo ha. Además, el perro se había cagado nada más salir de Madrid. En cambio el perro saltó tan contento y loco de alegría, no dejaba de mover el rabo alrededor del hombre y lamerle la mano.
Así supo quién le quería de verdad. Ese es otro ejemplo claro de fidelidad animal.
Yo me creo lo de Hachiko.