William Irish, escritor de novela negra, fue el autor de La ventana indiscreta. Otro de sus títulos fue La serenata del estrangulador; una novelita policíaca entretenida. El caso es que ésta pudo estar inspirada pero que muy probablemente por esta gran película de Lang.
Porque Lang fue fuente de inspiración de muchos cineastas y de escritores puede que también debido a sus películas trágicas y obsesivas de grandes argumentos, con personajes de almas tenebrosas, y, sin más, uno de sus entusiastas seguidores más conocido fue Hichtcock.
Hichtcock se especializó en su estilo de “suspense”, más flojo narrador que el alemán y amparado en el humor negro y otros recursos.
En cambio Lang fue siempre fiel a sus dramas, nunca hizo una comedia, y siguen impresionando sus impactantes imágenes y la presentación de sus personajes torturados.
Y esto es M. Un tipo torturado y torturador.
Un sobrecogedor relato. Algunos dicen que Dios no existe, pero que el diablo anda por la Tierra desde el principio está claro. Un caso repetido a lo largo de la Historia de asesinos de niños, todos al parecer en poder de un espíritu maligno interior que les guía.
Lang lo describe de forma desgarradora y nos lo presenta en su aspecto más atormentado, en su intimidad en un primer momento y en el de hombre odiado con ferocidad por todos...