Lo primero que hay que tener en cuenta es que es algo exagerada en determinados aspectos pero bueno, por eso hablamos de una película. Es muy extraño que un hombre solo, sin ayuda, logre desplazarse por la selva e infiltrarse entre los narcos y los guerrilleros sin más, pero obviando estas minucias la película ofrece lo esperado, un buen papel de Arnold y los giros de rigor que no quedan nada mal. Todo lo demás no tiene nada de extraño, ni las acciones terroristas, cobardes a más no poder, ni las consecuencias, ni el papel de unos y otros, ya que no van más allá de lo que la película quiere contar. En cambio, mi crítica sí va a ir. Se lo debo a Arnold.

Arnold es un bombero que sufre un daño colateral y está muy creíble en su actuación, porque es un gran actor que no ha querido encasillarse. Ha hecho comedia tonta, hazañas épicas medievales, policíacas, ciencia ficción, etc, siempre buscando la diversidad. Es un buen actor en su línea y no hay que echar pestes por la boca contra nadie por esa actuación de un bombero vengativo, sino escuchar y reflexionar sobre lo que pasa. Le dice El lobo, el terrorista colombiano, al bombero: No hay diferencia entre nosotros, yo quiero vengar a mi pueblo y tú quieres matarme en venganza. La respuesta del bombero es un zasca que tira por tierra cualquier contrarréplica: Sí que hay diferencia. La diferencia es que tú matas indiscriminadamente incluyendo mujeres y niños, y yo sólo voy a matarte a ti. Está claro, convincente cien por cien; la razón le acompaña; por mi parte: Adelante. Una respuesta valiente, sensata y proporcional.

El bombero es así, hay que aceptarlo, al igual que El lobo es un asesino cobarde y Chayanne, su colega, es un iluso engañado. Y no nos metamos con el pueblo americano porque la CIA se tome libertades en otros países, no tiene nada que ver el pueblo con su administración, pensemos que la contra y los narcos son los mismos, los mismos perros con distinto pelaje; la contra se dedica a secuestrar y asesinar y, de paso, a colaborar con los narcos. Estos introducen la coca en EEUU sin respeto a las leyes, sin pagar tasas ni aranceles ni impuestos, sin someterse a las normas fitosanitarias obligatorias. Quieren saltarse a la torera todas las reglas internacionales y encima luego se hacen los inocentes y se benefician de los derechos y libertades que otorgan las democracias para vivir de las rentas como honrados ciudadanos. ¡Qué les den! Por tanto, es comprensible que la policía americana se quiera defender como sea.

A pesar de la democracia, Colombia sufre de continuo, por desgracia, a los terroristas cobardes que siguen pasando de reinserciones y normas, y que siguen aprovechándose de la selva para sus negocios y cometer sus crímenes. Los ignorantes protestan contra los americanos porque ven la humildad y la pobreza en el pueblo sudamericano y en los asesinos unos libertadores, pero si supieran que el pueblo, el que está en medio, el pueblo llano e inocente, el que está en la recolección y en la producción de la coca, pero no en el control ni en la venta final del producto, el que no saca beneficio pero es esclavo trabajando para los cárteles, si supieran que ese pueblo es el peor parado, el que sufre las consecuencias de esos criminales, el que muere, entonces estarían al lado de Arnold y le comprenderían perfectamente. Arnold, coge el hacha, la razón te ampara.