Todas las películas van encaminadas a sorprender al espectador y la capacidad del director es la clave para crear una buena película. Si lo consigue o si la película es una decepción, será culpa del director. Wilder aquí, no busca un resultado final, Wilder trata de sorprender en cada escena. El resultado es notorio en la dirección de los actores y en lo demás, en los ángulos para la imagen, en el ritmo...

Marlene, en este papel enseña un perfil de mujer más bien timorata, y bien, convence. Tyrone Power, nuestro apuesto galán, cumple de una forma asombrosa, como era de esperar. Y luego Charles Laughton, en su papel de abogado de prestigio, no sobreactúa, es, sencillamente, el método del abogado, un abogado actor que interpreta ante el jurado su papel con exageradas formas de expresión.

Notable sesión de juicio que se marcará en tu memoria como uno de los mejores films sobre juicios.