Haz click aquí para copiar la URL
España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
8
Western Después de matar al hombre que había asesinado a su padre, Martin Brady huye de Estados Unidos y se establece en México, donde trabaja como pistolero al servicio del político Cipriano Castro. Su patrón le encomienda la misión de cruzar el Río Grande hasta Puerto (Tejas) para comprar armas, pero se fractura una pierna, al caerse del caballo, lo que le impide regresar con la mercancía. Durante su convalecencia se le presenta la ... [+]
11 de agosto de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Robert Mitchum en sus mejores momentos a uno y otro lado de la frontera. Se mueve entre USA, los apaches, Río Grande y Méjico lindo, y rezuma aventura por los cuatro costados. No es una película de acción continua, tiros y venganzas, es una aventura con toques románticos, románticos del romanticismo de querer llegar al final de un entuerto venciendo y convenciendo.

Más allá de Río Grande es un Western extraño, social, de conversaciones y propuestas entre gente de dos mundos diferentes, en el que más que tensión, lo que hay son sentimientos encontrados muy bien expresados en los personajes gracias a una perfecta dirección de actores. Por tanto, se ganan la atención del espectador desde el primer minuto. Aparte, las grandes y bellas panorámicas del horizonte no defraudan y de igual modo, invitan a continuar con la historia.

Cuando los implicados en la trama atraviesan por territorio yanqui suena música medio fúnebre, de intriga, de peligro, de tambores lejanos, en cambio hay sosiego, bailes de alto copete, los soldados hablan con tranquilidad y la gente conversa con educación.

Cuando se pasa al lado mejicano la música es alegre, de rancheritas, en cambio, el ambiente es peligroso, ir a ver al general chicano da miedo, a pesar del encanto inigualable de ver a su guardia con esos sombreros tan grandes y las cananas cruzadas sobre el pecho cargadas de munición. Siempre me ha gustado ese vestir de los bandoleros mejicanos. Los mejicanos andan en guerra con todo el mundo, los yanquis sólo con los apaches. Así transcurre la película, con el pistolero gringo solventando sus problemas, aclarando contratos que no han salido bien, y en medio una mujer, como no podía faltar. Total, que la incertidumbre surge de los problemas del gringo y el gusto por la película surge de la gente, sobre todo de la de Méjico, ya sean pacíficos trabajadores o los que andan con la guerra a cuestas.

Añadir que las calles de los pueblos mejicanos, sus humildes casas, sus abandonadas construcciones, dan un ambiente pobre pero con la estampa debida que se requiere. Cuando la película entra en obligado receso uno piensa que se quedaría allí para siempre, en la hacienda del buen hombre que tiene una niña bien guapa, reposando en la tumbona bajo la sombra de un árbol y el resplandeciente horizonte de fondo. Sí que uno cambiaría la vida de hoy tan llena de moderneces, maldad y estupideces sin parangón, por esa de entonces, porque a los tipos peligrosos se los ve venir, como a los secuaces con la cara cortada que miran de refilón con aviesas intenciones. Esa es la gente con la que puedes jugarte los cuartos, no como ahora que es todo comunicación sin verse el careto. De todas formas, el mundo está lleno de peligros y si no cumples un contrato porque has tenido un accidente, no vengas con excusas.

La película merece mucho la pena, pero hay que estar en ella.
floïd blue
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow