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Voto de floïd blue:
7
7,4
1.616
Cine negro. Thriller. Drama
Londres, año 1902. Philip Marshall (Laughton) es un hombre infelizmente casado que conoce y se enamora de Mary Gray, una joven desempleada y depresiva.
23 de febrero de 2015
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras una introducción larga llega el momento esperado. El señor Marshall está en su casa después del fallecimiento de su mujer. Se han ido todos, se relaja, sonríe, va a escribir. El silencio ya reina en la casa, tranquilidad absoluta y… entonces … Llaman a la puerta. ¿Quién coño será?
-Me llamo Husley….
-¿Quién? –Pregunta asomándose un poco el señor Marshall.
-Inspector Huxley… de Scotland Yard.
Los que amamos este tipo de cine policial, la presentación lo es todo. Es una secuencia antológica, rigurosamente clásica, inesperada, silenciosa, cortante… Ya llegó, ya está aquí el sabueso de turno. Hasta el momento el Sr. Marshall estaba feliz y contento porque sus planes habían salido perfectamente cuando de repente, hace su aparición la otra cara del destino. PERO…
-Me llamo Husley….
-¿Quién? –Pregunta asomándose un poco el señor Marshall.
-Inspector Huxley… de Scotland Yard.
Los que amamos este tipo de cine policial, la presentación lo es todo. Es una secuencia antológica, rigurosamente clásica, inesperada, silenciosa, cortante… Ya llegó, ya está aquí el sabueso de turno. Hasta el momento el Sr. Marshall estaba feliz y contento porque sus planes habían salido perfectamente cuando de repente, hace su aparición la otra cara del destino. PERO…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La película será policíaca pero no cumple una regla básica del cine negro. Y es que la resolución del caso sigue unos condicionantes que se alejan del procedimiento auténtico. Para que sea cine negro el final tiene que ser argumentalmente lógico. El inspector Husley sospecha que el señor Marshall es culpable, pero ¿por qué tiene que estar tan convencido? Qué le hace llegar a esa suposición. En ningún momento es capaz de demostrar con una sola prueba que el sospechoso es un asesino. Llega con la sospecha por delante pero sin una razón para ello y se pone a especular. Las labores policiales nunca se basan en especulaciones, se trabaja con pruebas. El señor Marshall, que no es tonto, tiene que ver que no le puede acusar sin pruebas.
Tampoco hay una prueba con la que se pueda demostrar que también mató al vecino. En ese aspecto la película se vuelve tramposa. El policía insta al vecino del Sr. Marshall, el gorrón, a que le presione. Eso es ilegal de todo punto e incluso aunque el Sr. Marshall llegara a confesar no serviría de nada ya que cualquier juez vería que se ha visto obligado a confesar el crimen sin que exista ninguna prueba, solo a causa de la amenaza del vecino a declarar que oyó gritos de la mujer el día que ella falleció, que encima era una falsedad que oyera gritos y más encima aún, una falsedad creada a instancias policiales. En el juicio, el testigo diría que había oído gritos y exclamaciones, pero ¿qué demuestra eso? La mujer podía haberse caído por la escalera y haber sido un accidente aún así.
Esta circunstancia no debería haber contado para crear un guión de cine negro porque es engañosa respecto a la realidad.
El policía utiliza argumentos chantajistas que no son de rigor. Incluso cuando le hace ver en el barco que ha detenido a la vecina como autora del asesinato de su marido, el vecino gorrón, el Sr. Marshall debería darse cuenta que es una noticia que no afirma nada. Hay mil formas estando en el barco ya fuera de jurisdicción de comprobar lo que le ha pasado a la vecina. Enviando un cable por ejemplo a uno de sus compañeros, o al chico de la oficina, para que se enteren en qué queda la cosa. Él sabe que la mujer es inocente. Se la ha detenido por una prueba circunstancial, la del producto que actúa de veneno que tenía en su casa, pero eso no demuestra nada; es un brebaje embotellado de venta al público que podían tener en miles de hogares de Inglaterra. Ningún juez la condenaría por tener un frasco de ese calmante. El Sr. Marshall tendría que haberse ido tan tranquilo en el barco, con su nueva mujercita y toda su familia sin una sola preocupación. Por tanto, el guión es bastante engañoso aunque funcione para crear intriga.
Tampoco hay una prueba con la que se pueda demostrar que también mató al vecino. En ese aspecto la película se vuelve tramposa. El policía insta al vecino del Sr. Marshall, el gorrón, a que le presione. Eso es ilegal de todo punto e incluso aunque el Sr. Marshall llegara a confesar no serviría de nada ya que cualquier juez vería que se ha visto obligado a confesar el crimen sin que exista ninguna prueba, solo a causa de la amenaza del vecino a declarar que oyó gritos de la mujer el día que ella falleció, que encima era una falsedad que oyera gritos y más encima aún, una falsedad creada a instancias policiales. En el juicio, el testigo diría que había oído gritos y exclamaciones, pero ¿qué demuestra eso? La mujer podía haberse caído por la escalera y haber sido un accidente aún así.
Esta circunstancia no debería haber contado para crear un guión de cine negro porque es engañosa respecto a la realidad.
El policía utiliza argumentos chantajistas que no son de rigor. Incluso cuando le hace ver en el barco que ha detenido a la vecina como autora del asesinato de su marido, el vecino gorrón, el Sr. Marshall debería darse cuenta que es una noticia que no afirma nada. Hay mil formas estando en el barco ya fuera de jurisdicción de comprobar lo que le ha pasado a la vecina. Enviando un cable por ejemplo a uno de sus compañeros, o al chico de la oficina, para que se enteren en qué queda la cosa. Él sabe que la mujer es inocente. Se la ha detenido por una prueba circunstancial, la del producto que actúa de veneno que tenía en su casa, pero eso no demuestra nada; es un brebaje embotellado de venta al público que podían tener en miles de hogares de Inglaterra. Ningún juez la condenaría por tener un frasco de ese calmante. El Sr. Marshall tendría que haberse ido tan tranquilo en el barco, con su nueva mujercita y toda su familia sin una sola preocupación. Por tanto, el guión es bastante engañoso aunque funcione para crear intriga.