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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
8
Comedia. Drama A Ryan Bingham (George Clooney) lo contratan las empresas para reducir personal, porque es un experto en despedir gente. Desde hace tiempo, Ryan vive despreocupadamente viajando por todo el país. Puede llevar todo lo que necesita en una maleta con ruedas y es un miembro mimado de todos los programas de fidelización de viajeros que existen. Sin embargo, Ryan no tiene nada auténtico a lo que aferrarse. Cuando se siente atraído por una ... [+]
19 de septiembre de 2017
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha extrañado mucho que exista un negocio que se dedique a proporcionar agentes para comunicar despidos a los trabajadores de empresas que van a hacer ERE´s. Empresas con alto número de trabajadores tienen que tener su departamento de personal o su encargado para que realicen esas funciones, el caso es que uno de esos ejecutivos agresivos es el Sr Ryan (George Clooney), el cual lleva muchos años en la brecha con esa misión yendo de un sitio a otro por todo el vasto territorio americano, según nos hacen saber con el dato de que tiene en puertas un gran premio por volar miles y miles de kilómetros con determinada línea aérea, que no voy a nombrar para no hacer propaganda gratuita. El premio es la tarjeta Black oro, exclusiva.

Este señor, pues, tiene un largo historial dando la patada a los trabajadores. Llega a la empresa, le preparan un cuarto insonorizado y va llamando a determinados desgraciados a sentarse frente a él para decirles que la dirección ya no cuenta con ellos. Lógicamente, el señor ejecutivo en cuestión tiene que tener una presencia especial, no puede ser cualquier mindundi que el trabajador se ría nada más verlo o le suelte una hostia cuando le hable. Tiene que tener una presencia que acogote, un George Clooney por ejemplo, serio y a la vez amable y saber dar respuestas para que el empleado asuma los hechos lo más civilizadamente posible.

Tiene que ser un profesional de lo más competente, actuar de forma impersonal, una máquina prácticamente porque si no, un día podría ser traicionado por sus sentimientos y tener lástima de ese viejo trabajador que sin más, es enviado a la puta calle; podría percatarse de que tiene familia e hipoteca e incluso aficiones secretas que no vienen al caso explicar pero que necesitan de mucha liquidez, y ponerse entonces de su lado y tratar que siga en nómina contraviniendo los deseos de la empresa que no quiere ni verlo ya.

Así tiene que ser esa gente, fría. Y la compañera pues lo mismo, no debe implicarse en los lloriqueos del pobre empleado. Lo bueno es que al trabajador despedido le preparan una carpeta con una serie de cuestionarios para que se entretenga y no caiga en el desánimo de golpe, además los muy cachondos le dicen que ya sin trabajo puede dedicarse a sus hobbies, puede iniciar ese negocio que siempre deseó, puede irse a ejercer de lo que siempre quiso, y más cosas, puede prepararse para la jubilación anticipada, puede adquirir armas para vengarse de todo aquel que quiera y cosas que nunca se le ocurrieron porque como ya no cuentan con él, pues a tomar por culo las formalidades.

La película en ese aspecto es muy interesante aunque se desliga de los trabajadores despedidos para no ahondar en tragedias, no va de eso; sigue ya por otros derroteros, con el menda este llamado Ryan que encima tiene la suerte de correr aventuras entre vuelo y vuelo con una mujer de bandera. Se puede ver hasta el final con interés porque Ryan se cree que es invencible, que tiene la suerte de su lado y que puede afianzar su vida a capricho, pero el mundo es mundo y no tiene amigos, sólo súbditos, y al final, todo tiene el desenlace que al mundo le apetece.
floïd blue
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