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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
1
Drama. Comedia 'Cinema Paradiso' es una historia de amor por el cine. Narra la historia de Salvatore, un niño de un pueblecito italiano en el que el único pasatiempo es ir al cine. Subyugado por las imágenes en movimiento, el chico cree ciegamente que el cine es magia; pero, un día, Alfredo, el operador, accede a enseñarle al pequeño los misterios y secretos que se ocultan detrás de una película. Salvatore va creciendo y llega el momento en el que ... [+]
25 de marzo de 2013
41 de 81 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me puedo explicar las alabanzas a esta película; bueno, en el terreno psicológico alguien encontraría la respuesta con un estudio sobre el comportamiento de las masas, o en la nostalgia provinciana de cuando de niño se hacía pajas en el cine; pero yo ahí no voy a entrar porque soy de ciencias puras.

Esta es una película más bien cargante en el sentido peyorativo más amplio, carente de emoción alguna, lenta y sin un argumento definido que presente una historia con algo más de gancho que justifique la fama que tiene. Además, la música es machacona, creo que esa misma la tienen puesta los americanos todo el día en Guantánamo, para joder a los musulmanes que tienen allí alojados en campamentos de verano.

Este es el análisis de la película. Ha muerto Alfredo, el del pueblo, qué pena. A Salvatore le ha dado el bajón, vaya. La gente piensa que es bonita por la relación que tuvo Salvatore de niño con el operador cinematográfico, Alfredo, y porque tiene un poquito de humor tierno pero para mí, aún dentro de la más o menos correcta presentación de estos dos personajes (una presentación más bien pobre), es una relación trivial, sin valor... Uno del pueblo con un niño pejiguera del copón. No hay más. Un encanto escaso, creemos que Alfredo estuvo en tiempos continuamente con el muchacho pero es mentira, le aguanta nada más que cuando proyecta películas. No nos engañemos, ojo.

El punto clave de la película fue el rescate heroico que hizo el niño de Alfredo y justamente esa escena me ha parecido increíble, increíble por mal hecha. Ridícula en una palabra. Me ha dejado indiferente, es más, si muere el tío abrasado por las llamas no me habría dado pena alguna, e incluso le hubiera dicho al niño: -Ná, tranquilo, que es una película. No me creo la escena y menos cuando salen todos del cine corriendo en una oleada sin fin de gente que parece que están dando vueltas a la plaza jugando al corro de la patata.

Luego, para explicar un poco más mis pensamientos sobre Salvatore, diré que de niño (Totó) me ha caído especialmente mal. Tiene una pinta de reviejo que tira de espaldas; buf, conmigo lo hubiera pasado mal, y me encantan los niños, que conste. Salvatore de adulto, con el pelo blanco, me ha parecido que era Brian Keith y entonces estaba dispuesto a dar algo de nota pero luego he visto que no, que era un tío seco con una actitud melancólica denigrante. Algo exagerado y fuera de lugar. Me extraña que tras treinta años de ausencia de repente le entren unas ganas locas de ir al pueblo y se desencadene en él esos sentimientos nostálgicos tan profundos, un tío tan alejado del pasado y sus recuerdos. Se ha tirado horas meditando de una forma abrumadora y lo consecuente a continuación hubiera sido verlo dormir con la baba colgando.

Aparte hay unos fallos inexplicables de la trama. La madre le llama a una casa donde Salvatore ya no está porque se ha mudado pero ¿qué pasa? ¿Se muda todos los días de casa como quien se muda de calzoncillos? ¿No? Pues entonces ya sabemos que la madre le ha estado llamando por teléfono y en alguna ocasión debería haber hablado con él ¿o es que da la casualidad que siempre que le llama la madre, Salvatore está con la guarrilla de turno para que se ponga ella y diga que no está el señorito? Vamos, que daban ganas de mandarle a tomar por culo.

El caso es que a Salvatore le va de puta madre desde que se fue del pueblo. No sé si estará metido en la mafia siciliana pero (y hasta la madre lo sabe) es un putero de cojones. En resumidas cuentas, un personaje sin definir, aleatorio, con una reacción melancólica propia del que se pega una hostia en coche y en vez de ver a los bomberos cuando le están sacando de entre los hierros ve un tío con cabellos rubios y todo reluciente que le dice: -Salvatore, Salvatore, regresa, tu vida tiene un significado. La madre que te parió, hijo puta, ¡ve a ver a tu madre algún día, canalla! No es un personaje que concuerde con Totó, un niño siempre atento a todo, cotilla y dicharachero, pero claro, eso pasa, la gente cambia de niño a hombre.

Ah, la novia. Elena, la chica de sus sueños cuando era joven, es un amor como el que todos hemos tenido y que luego resulta estúpido recordar porque sabemos, a ciencia cierta, que pasados treinta años Elena estará ahora más gorda que una foca de los fiordos noruegos. Adiós, Elena, adiós.

Adiós, Salvatore.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
floïd blue
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