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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
10
Comedia José Luis, el empleado de una funeraria, proyecta emigrar a Alemania para convertirse en un buen mecánico. Su novia es hija de Amadeo, un verdugo profesional. Cuando éste los sorprende en la intimidad, los obliga a casarse. Ante la acuciante falta de medios económicos de los recién casados, Amadeo, que está a punto de jubilarse, trata de persuadir a José Luis para que solicite la plaza que él va a dejar vacante, lo que le daría derecho ... [+]
28 de octubre de 2015
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me faltarían adjetivos para calificar esta película. Sin ánimo de polémicas, podría decirse que es la mejor obra de Berlanga, casi podría añadirse la mejor obra cinematográfica española sin posibilidad de ser superada nunca jamás y, por añadidura, una de las mejores obras de las historia. ¿Es mucho decir? Según. Esta película es de obligada visión. Algunos se introducen en la época haciéndose cruces porque logró pasar el listón de la censura, pero es que hay que saber que don José Isbert, astutamente, se dirige a los funcionarios censores desde su papel en la película, y les dice: ¿Es que no es más inhumano cortar la cabeza a uno y enterrarlo a trozos? Meta…, meta usted los dedos en ese enchufe... ¿No es más horrible tener que freír a un reo? Sepámoslo, señores, en los 60 todavía se guillotinó a un reo en Francia y aún se colgaba a gente en Inglaterra.

Claro que sí, el garrote es un método más limpio, más humanizado, mucho más noble que cualquier otro método de ajusticiamiento usado en otros países y, entonces, es ahí donde la película logra pasar el corte porque los funcionarios se sienten satisfechos y orgullosos del Código Penal español y sentencian: Pues es verdad, en esto demostramos, al igual que en otros campos de la vida, que tenemos unos procedimientos para la pena capital muchísimos más sensibles y civilizados de acuerdo a lo que la modernidad de un país exige. Aunque luego, como sabemos, la película sufriera de injurias y Berlanga fuera condenado al ostracismo.

Pero bueno, eso es otra historia, riesgos que corre la gente valiente. Por suerte podemos ver El verdugo desde la perspectiva actual, y la futura ya será siempre como la actual, que es la forma de ver esta película, porque así la valoraremos en toda su sencilla complejidad. Desde la perspectiva temporal constatamos que la película es imperecedera porque toca un tema que siempre formará parte de la fatalidad intrínseca de la existencia del ser humano: las ilusiones perdidas. Podríamos estar horas hablando de ello, pero esta película clava la fatalidad del ser humano según pasa por la vida. Hablamos de ser humano corriente, no de aquel tocado por la varita de la suerte, hablamos del ser humano sencillo, humilde, el que forma la base de la humanidad, aunque siempre hay gente que logra escapar de cualquier cerco, o que no entra en ninguno. Pero eso, como sabemos, también es otra historia.

La obra es perfecta porque las interpretaciones no existen. Cada actor toma parte de una persona fácil de reconocer y perdurable a lo largo de los tiempos en la sociedad. No le hace falta a Berlanga nada más que situar la cámara y seguir a los actores. Nino Manfredi es el protagonista de modo que es en él donde recae el terrible mensaje. Es un obrero que como cualquiera, en su inicio, en su adolescencia laboral, sueña con unos planes bien trazados, en el que sabe que su trabajo de enterrador es casi provisional, que aspira a mucho más, que seguro que se casa con una francesita rubia y que vivirá feliz. El sueño común. Su compañero en la furgoneta, es real también y tiene la cordura del que acepta los hechos, porque ya es mayor y esa etapa ya la ha pasado y sabe que sigue donde al principio.

No voy a extenderme porque no habría fin pero José Isbert está inmenso, como todo el mundo reconocerá. Ese funcionario ya ha pasado la segunda etapa y se adentra en la tercera, en la tercera edad. La experiencia recopilada le ha enseñado a seguir llevando la humildad por bandera. Una vez le dedicaron un libro que compró, esa es su medalla al mérito. Y una vez un reo, antes de ser acogotado, le regaló su reloj y le pidió perdón por tener que haberse molestado en ir hasta la cárcel por su culpa, ese es el cierre de su expediente. (¿Por qué volvéis a la memoria mía, recuerdos…?) Ya no hay reos como los de antes. La raza degenera…

Y cómo no, nombrar a Emma Penella en otra actuación que no es tal, tampoco. Que es la representación de la mujer soltera y su pase a mujer casada. Hechos. La mujer de un verdugo, sí, pero hay que alimentar a la familia y hay que salir adelante. Alguien tendrá que hacerlo y la mujer siempre tendrá los pies en la tierra, ya se encarga el marido de vivir de ilusiones. Todo es tan real que el humor negro surge de dentro sin querer. Así que encontramos una atmósfera donde los personajes siguen apareciendo con una naturalidad que asombra. En el director de prisiones haciendo de psicólogo, explicando que a un reo no se le puede hacer esperar, encontramos un compendio argumental magistral; vamos que convence como el mejor de los abogados haría ante un jurado en defensa de los derechos de los condenados a muerte. Decir genial, es poco. Los funcionarios de prisiones… Los presos… ¿eran auténticos? Hay un funcionario en especial yendo a recoger el sombrero en ese patio que es una caja, una caja vacía con una puerta siniestra… que es la representación más clara del detalle final, de un proceso llevado con buena voluntad, con voluntad de cumplir hasta el fin.

Y las demás herramientas del Estado: frías, burocráticas, impersonales:
-José Luis Rodriguez… Aviso a José Luis Rodriguez…
Así nos encontramos en las cuevas del Drach cuando le vienen a buscar en barquita la pareja de guardia civil, nombrándolo en voz baja para no romper el encanto del escenario, una estampa surrealista que ya quisiera haberla fotografiado William Eugene Smith, es un ejemplo sublime de la triste y cruda realidad, que se encarga de joder bien todas las ilusiones que uno tiene, y por derecho, señores, que tiene por derecho sólo por haber nacido. Y esta película es así, una presentación de las ilusiones perdidas, una presentación como nunca se ha llevado al cine con tanta exactitud.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
floïd blue
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