Twister, Aeropuerto, El coloso en llamas, El día después, Tsunami... etc, etc. Cógelas todas y mételas en una coctelera y saldrá 2012, el compendio de todas. Agotadora. El no va más.

Resulta entretenida pero comete el error -siempre repiten cuando se trata de estos temas- de echar mano para protagonista a la familia típica, con hijos y el padre separado que cae más simpático que el nuevo maromo de la madre... y ¡hala! a correr. Podían haber elegido al camarero de un bar y a su mejor cliente, o a un médico de guardia con la enfermera más despampanante... En fin, un poco de variación que la familia ya no da para más.

Por lo demás: espectacular y emocionante hasta donde se puede llegar. Para deslumbrar un buen rato ya que se hace algo extensa y sale uno agotado físicamente de su visionado.
La película tiene el aliciente de que como el año 2012 no está tan lejos, pues podremos vivir en directo toda esa leche que se viene encima.
No vale subirse a Gibraltar pues con el primer tsunami se queda bajo el agua y todos los monos se van a tomar por culo. La playa de Benidorm, otro ejemplo, queda después del cataclismo más limpia y más grande todavía.
Personalmente creo que este lavado va a venir bien en todos los rincones del mundo.