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Voto de floïd blue:
1
7,6
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Drama
En un elitista y estricto colegio privado de Nueva Inglaterra, un grupo de alumnos descubrirá la poesía, el significado del "carpe diem" -aprovechar el momento- y la importancia vital de luchar por alcanzar los sueños, gracias al Sr. Keating, un excéntrico profesor que despierta sus mentes por medio de métodos poco convencionales. (FILMAFFINITY)
24 de abril de 2011
36 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Protagonistas: Alvaro Vitale y Robin Williams.
El padre de Jaimito le pega una patada en el culo y lo manda a un colegio de pago, interno. Jaimito llega al colegio y se da cuenta que la película es muy buena película, pero está llena de cepos y de gente muy muy rarita. El primer rarito es el Sr. Robin, el capitán Araña, en un papel histriónico y pesadísimo que le va como a nadie en la élite de los papeles de un zumbado.
Todo el transcurso de la película es artificial por exagerado y, por supuesto, presuntuoso por intentar convencer. Pero Jaimito se ha dado cuenta porque no es tonto, en el fondo.
-A ver, Jaimito, recita un verso, le pide el profesor Araña.
-Sí, señor profesor: No hay dolor más doloroso, no hay dolor más inhumano que pillarse los…
-¡Jaimito, me cago en tu padre! Fuera de clase.
Jaimito sale de clase y quiere ir a llorar con la profesora de Educación Sexual, pero se encuentra con que no hay más clases que la de literatura. ¡Un colegio de pago, de élite y sólo hay clases de literatura! Es el único tema de conversación hasta en el recreo. Es normal que los poetas muertos acaben mal de coco.
Al día siguiente, el capitán Araña le da una nueva oportunidad:
-Recita un poema, pero sé tú mismo, haz que nos emocionemos todos.
-Sí profe. La manta. Me acuesto y me subo la manta. Me tapo hasta la cara pero se me salen los pies. Me tapo los pies pero se me sale la cara. Me tapo la cara pero se me salen los pies. Me tapo los pies pero se me sale la cara. Me tapo… ¡Sabe a Mixta!
-¡Jaimito! Fuera de clase.
Jaimito descubre que en el colegio hay muchachas. Otra increíble muestra de un guión malintencionado totalmente artificial porque está dirigido a crear falsas emociones; todas las alumnas parecen mamás que vienen de la compra. Todos tienen el patrón de personalidad de los poetas muertos, les siguen el rollo lastimosamente. La tragedia es absoluta en ese colegio de pago. El mismo tema para todos los personajes. Menos Jaimito. Jaimito no desespera. El capitán Araña confía en él.
A Jaimito le dan un papel fundamental en la obra de teatro para el APA. El padre acude con la mosca tras la oreja y ve a su hijo vestido de trovador con medias y unos tallos en sus manos llenos de flores, y recitando. El padre se mosquea. Lógico. Normal. Han convertido a su hijo en un depravado ¿Es que no hay más clase que ésta, no dan geografía o matemáticas? Este colegio es un timo.
El padre se lleva a Jaimito a casa de las orejas renegando de todo.
El padre de Jaimito le pega una patada en el culo y lo manda a un colegio de pago, interno. Jaimito llega al colegio y se da cuenta que la película es muy buena película, pero está llena de cepos y de gente muy muy rarita. El primer rarito es el Sr. Robin, el capitán Araña, en un papel histriónico y pesadísimo que le va como a nadie en la élite de los papeles de un zumbado.
Todo el transcurso de la película es artificial por exagerado y, por supuesto, presuntuoso por intentar convencer. Pero Jaimito se ha dado cuenta porque no es tonto, en el fondo.
-A ver, Jaimito, recita un verso, le pide el profesor Araña.
-Sí, señor profesor: No hay dolor más doloroso, no hay dolor más inhumano que pillarse los…
-¡Jaimito, me cago en tu padre! Fuera de clase.
Jaimito sale de clase y quiere ir a llorar con la profesora de Educación Sexual, pero se encuentra con que no hay más clases que la de literatura. ¡Un colegio de pago, de élite y sólo hay clases de literatura! Es el único tema de conversación hasta en el recreo. Es normal que los poetas muertos acaben mal de coco.
Al día siguiente, el capitán Araña le da una nueva oportunidad:
-Recita un poema, pero sé tú mismo, haz que nos emocionemos todos.
-Sí profe. La manta. Me acuesto y me subo la manta. Me tapo hasta la cara pero se me salen los pies. Me tapo los pies pero se me sale la cara. Me tapo la cara pero se me salen los pies. Me tapo los pies pero se me sale la cara. Me tapo… ¡Sabe a Mixta!
-¡Jaimito! Fuera de clase.
Jaimito descubre que en el colegio hay muchachas. Otra increíble muestra de un guión malintencionado totalmente artificial porque está dirigido a crear falsas emociones; todas las alumnas parecen mamás que vienen de la compra. Todos tienen el patrón de personalidad de los poetas muertos, les siguen el rollo lastimosamente. La tragedia es absoluta en ese colegio de pago. El mismo tema para todos los personajes. Menos Jaimito. Jaimito no desespera. El capitán Araña confía en él.
A Jaimito le dan un papel fundamental en la obra de teatro para el APA. El padre acude con la mosca tras la oreja y ve a su hijo vestido de trovador con medias y unos tallos en sus manos llenos de flores, y recitando. El padre se mosquea. Lógico. Normal. Han convertido a su hijo en un depravado ¿Es que no hay más clase que ésta, no dan geografía o matemáticas? Este colegio es un timo.
El padre se lleva a Jaimito a casa de las orejas renegando de todo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Y entonces le echa la bronca y Jaimito se quiere suicidar. Abre la ventana. ¡Dios mío, se va a lanzar al vacío! Ah, no, porque vive en un bajo. Es que tiene calor. En realidad ha nevado, la película quiere que veamos que Jaimito abre la ventana para soltar su espíritu libre. Es una escena metafórica que no vale un pimiento. Se va al despacho de su padre, que ya se ha acostado, y abre el cajón de la mesa. Coño, hay un pistola a punto, cargada y a la vista, bien preparada para la escena crucial; qué casualidad ¡Jaimito, no lo hagas! Pero quiere representar su última escena.
Todos lloran la muerte de Jaimito. Había aprobado por fin Literatura en clase y Educación Sexual por libre y la tiene que diñar. Yo no me lo quiero creer, bueno, es que no me lo creo aunque lloro desconsoladamente. Sigue la acción.
El capitán Araña sufre las consecuencias. Le han abierto expediente y le expulsan. Toma ya. El director se pone a dar la exclusiva clase de literatura pero no puede porque falta una hoja en el libro; hay que joderse, era la hoja que iba a explicar. Los alumnos recuerdan con emoción al capitán Araña que mandó arrancarla. Entonces abre la puerta el capitán Araña. No ha tenido tiempo el cabrón de recoger sus cosas y tiene que hacerlo en mitad de una clase, venga ya. Con perdón, pero es algo chapucero del todo esa secuencia; más tragedia artificial. Los poetas muertos le quieren, se dan cuenta de lo injusto que es la vida y para demostrarlo se ponen de pie en el pupitre. Horrible. Escena pésima y truculenta que en realidad queda de mal gusto porque parece que están todos colgados del techo por el cuello, como jamones curándose. Pero al capitán Araña le gusta, lo agradece y se va.
¿A qué es todo increíble? Porque… ¡Jaimito vive! Su padre no quiere que sea actor pero Jaimito sabe decirle que sí, que no, que no le raye, que no va a ser actor, que va a ser ingeniero… Luego será lo que le dé la gana.
Me seco las lágrimas con el pañuelo y le pongo un 10 a Jaimito.
Todos lloran la muerte de Jaimito. Había aprobado por fin Literatura en clase y Educación Sexual por libre y la tiene que diñar. Yo no me lo quiero creer, bueno, es que no me lo creo aunque lloro desconsoladamente. Sigue la acción.
El capitán Araña sufre las consecuencias. Le han abierto expediente y le expulsan. Toma ya. El director se pone a dar la exclusiva clase de literatura pero no puede porque falta una hoja en el libro; hay que joderse, era la hoja que iba a explicar. Los alumnos recuerdan con emoción al capitán Araña que mandó arrancarla. Entonces abre la puerta el capitán Araña. No ha tenido tiempo el cabrón de recoger sus cosas y tiene que hacerlo en mitad de una clase, venga ya. Con perdón, pero es algo chapucero del todo esa secuencia; más tragedia artificial. Los poetas muertos le quieren, se dan cuenta de lo injusto que es la vida y para demostrarlo se ponen de pie en el pupitre. Horrible. Escena pésima y truculenta que en realidad queda de mal gusto porque parece que están todos colgados del techo por el cuello, como jamones curándose. Pero al capitán Araña le gusta, lo agradece y se va.
¿A qué es todo increíble? Porque… ¡Jaimito vive! Su padre no quiere que sea actor pero Jaimito sabe decirle que sí, que no, que no le raye, que no va a ser actor, que va a ser ingeniero… Luego será lo que le dé la gana.
Me seco las lágrimas con el pañuelo y le pongo un 10 a Jaimito.