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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
4
Drama Tres jóvenes, Jim Stark, Judy y Platón, coinciden en una comisaría. Cada uno está allí por un motivo distinto: Jim está borracho, Judy se ha escapado de su casa y Platón acababa de matar a tiros a unos cachorros. El inspector Ray descubre que los tres mantienen una relación conflictiva con sus familias. A Jim y a Judy los van a recoger sus padres, pero Platón, hijo de una pareja divorciada, tiene que conformarse con la visita de la ... [+]
2 de agosto de 2023
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es posible que esta película sea un alegato a la desorientación juvenil, una etapa crucial en la vida. Tiene una carga enorme moralizante, tanto hacia la juventud como hacia los adultos, a base de charlas que han quedado desfasadas (desde mi humilde opinión aunque desde luego no quito su valor). Pueden parecer poco reveladoras para estos tiempos. La trama va sobre el choque generacional. Es cierto que la película tiene detalles buenos sobre el orgullo, la sumisión a personalidades de más fuerza, y demás sentimientos, algo que se comprueba por ejemplo cuando Jim (James Dean) seriamente se pone a hablar con su padre en casa, de hombre a hombre, y el padre, que estaba en la cocina, aparece con el delantal puesto... sobre la chaqueta y la corbata. Menuda estampa. En mi caso, y perdón por introducirme en el tema, cuando mi mujer me manda fregar los cacharros, desde luego no me pongo el mandil; estaría bueno.

La cuestión es que los protagonistas no parecen muy creíbles y te despegas de ellos ya que estar todo el rato sufriendo emocional y físicamente es algo cargante. De ahí que a veces Jim parezca tonto. Su anhelo es que le comprendan, está muy desorientado el pobre. El caso es que luego, cuando está con su amigo Platón (Sal Mineo), es capaz de tratarlo como si fuera un auténtico psicólogo y se convierte en algo así como un padre para él, lo cual me ha parecido creíble por ese instinto protector que anida en el alma, pero por lo demás, los papeles de ambos jóvenes me han parecido exagerados e irreales. Me he fijado que Platón tenía una foto de Alan Ladd en la taquilla. He alucinado. A esas edades —entonces; ahora no porque nos han comido el coco— se tienen fotos de tías en bolas, normalmente, pero una foto de Alan Ladd todo guapete y repeinado es de lo más extraño. Este detalle nos lleva a deducir que Platón además de sufridor, es un maricón metido en el armario.

A mí, que sea una película de pijos me es indiferente. Cuando las cosas van mal, y más sentimentalmente, sufre igual un pijo que un humilde. Algunos humildes sufren más aún por la puta envidia pero eso es otro cantar. El caso es que el drama es poquita cosa para lo bien que viven y lo fácil que, según el relato, lo tienen para ir tirando sin problemas si no se preocuparan más que de los estudios, jugar al fútbol y torear el amor según venga. Inventan el drama muy artificialmente. El papel de Natalie igual, es exagerado tener un padre tan estúpido; si lo fuera, la pinta debería ser otra. Uno no se cree que un padre no sea capaz de besar a su hija. El final no vale nada y la actuación de la policía menos; chapucera a rabiar. Es una película de esas que parece que todo el mundo ha visto, muy nombrada, con mucho crédito, que si James Dean y tal, pero es floja y está desfasada por muchas particularidades que el tiempo las ha envejecido muy mal.
floïd blue
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