Quiero hacer una crítica de esta película aún sabiendo que quedará oculta en lo más intrincado; por otro lado, ello me inspira un extraño concepto de perdurabilidad en el tiempo, y hasta me hará sentir inmortal cuando dentro de miles de años la vea metido en la cápsula de Interstellar, gracias a un extraño agujero de gusano que se aparece a los usuarios de filmaffinity.
Bueno, hay un votante, según la estadística, que le ha puesto un 10, o varios, mejor dicho. Deduzco, por inercia, que uno de estos votantes, al menos, habrá sido una mujer que tiene a alguna persona a su cargo, que estuvo o está muy enamorada, que se considera muy independiente y que su hombre prototipo Alto Standing es el ejecutivo millonario con madre muy chupi y dispuesto a lo que sea. En este caso, aparece una rubia que no es ninguna belleza a lo top model pero tiene un extraño atractivo que supongo que será la causa que uno siga mirando la película sin entrar en trance o sin ponerse a hablar con los espíritus.
Si te gustan las películas reposadas, con tipejo finolis podrido de dinero con madre sabihonda, culta y ecuánime, con una tensión equiparable a la de ver a tu pececito en la pecera redonda ir y venir, aquí tienes un Verano en París (TV). Podrás disfrutar viendo a la novia a la pata coja sufriendo porque la rubia se ha metido por medio. En el spoiler digo lo que pasa y te ahorro el final.
En la película no hay nada que entender. Igual la pones un 10 y entonces habrás logrado algo realmente grandioso: Superar la marca.