Estupendísima comedia para mayores de entendederas. No tiene un mal guión y tiene al señor Baldwin que le va muy bien este rollo de galán al límite.
Joder, hombre, si la película lo explica desde el principio. Todo es guachi, super guachi. Tres hijos maravillosos más sensatos que los padres. La madre es pastelera y le va de puta madre, de lujo. No se la ve trabajar ni dos minutos. La hija se acaba de licenciar, sin problemas… Habrá estudiado dos tardes en todo el curso y matrícula de Honor. Fácil. El yerno abraza a la madre con calor, con cariño verdadero... El yerno que toda madre desea, le tiene Meryl Streeptis. Y será socialista además.

Pero Balbwin… Para mi ese hombre tiene crédito. Le creo todo lo que dice. Y a los demás también. Baldwin, qué bien te lo montas, cabrón. Con esos ojillos azules de borrachín...
Cómo se manejan todos. Psicólogos, arquitectos, coches de lujo… La vida puede ser maravillosa, Baldwin. Ahí dices algo así como: mamá, déjame 20 euros que tengo que comprar un libro, y te llevan al médico: Mi hija se ha debido de dar un golpe en la cabeza. ¿20 euros? ¿No te valen los 20 millones que tienes en tu cuenta…?
Aquí no salen ni chachas, ni jardineros, ni peatones, ni gordas… Lo más bajo de categoría que sale es el recepcionista de un Hotel de super lujo de los que ganan tres mil euros al mes.

¿Dinero? ¿Celos? ¿Amenazas de género? ¿Achaques de la vejez? No seas prosaico, por favor.
Aquí el problema es el amor. Pero el amor dentro del amor, de la fraternidad, de la compañía, del cariño, de las risas, de las fiestas… Qué gente más rácana hay por este listado, ahora que me doy cuenta. Pero claro, tenemos que entenderlo. Estamos acostumbrados a ver y pasar penurias que nos suena un poco raro que todo esto no sea tan fácil.

Todo es fácil, hombre, y agradable, y el tema está bien llevado… ¿Por qué voy a resistirme? Me gusta el rollo de este tipo de gente guapa.