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Voto de floïd blue:
3
6,8
1.295
Drama
En 1876, en Pennsylvania, un grupo de mineros decide crear una sociedad secreta, "The Molly Maguires", que comete sabotajes para presionar a los patronos y conseguir así mejorar sus condiciones laborales; pero los propietarios contratan a un detective para que se haga pasar por minero, se infiltre en la sociedad y la destruya. (FILMAFFINITY)
1 de abril de 2014
18 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi abuelo fue picador allá en la mina... Lo único con solvencia en estas entrañas es la pareja de protagonistas, lo demás, más que flojo. Lo que pasa es vemos las reivindicaciones obreras y se nos enciende la sangre: pésimo salario, jornadas abusivas, falta de seguridad en el trabajo..., en fin que nos confundimos; que una cosa es la película y otra la gaceta del minero. Creo que ningún pavo saca reivindicaciones a relucir para hoy cuando ve una película de egipcios con esclavos trabajando en las pirámides. Pues lo mismo, también es triste y también están basadas en hechos reales. Para indignarte ponte a ver el telediario que el cine es película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La historia de amor, Richard Harris y Samantha Eggar, empieza con seriedad y aceptablemente pero enseguida se queda en un muermo de pareja, si parecía que ni se iban a besar... jugando a los acertijos, no te digo... hasta Dick Van Dyke, el deshollinador, ponía más pasión con Mary Poppins.
A continuación se expone con efectividad una jornada laboral porque Richard Harris recoge carbón 3 ó 4 veces y los echa a la vagoneta, se ve que trabaja. Pero muere cuando le pagan con calderilla.
La sociedad secreta era de pena, un chiste, vamos. Si llega a venir el Gran Maestro Grado 33 se lía a repartir collejas a todos que le dan las 12 de la noche. ¿De verdad que era secreta esa organización? Yo no sé qué vecina todavía no se había enterado quien era y quien no era de la sociedad secreta. La de los Canteros de Hommer parecía más seria y más real. O sea, que los conoce todo el pueblo y la policía no, ya.
Mejor quedaban los policías con las túnicas y su visita nocturna.
¿Y el infiltrado a lo Scorsese? Si se fija uno, es un personaje sin definir. Es más un elemento engañoso, decorativo, que otra cosa, pues al primer chivatazo que diera su función ya sobraba. Ahí la historia es donde más cojea. Le afloran los remordimientos al final y mientras está engañando a sus colegas se lo pasa estupendamente incluso colaborando en tirotear y cargarse a los guardias. Con compañeros así no se necesitan enemigos ni sociedades secretas.
Los sabotajes no parece formar parte de las reivindicaciones y parecen más relleno que otra cosa, como el partido de rugby o de lo que sea. A la película le ha faltado angustia, intriga, sobre todo, secretismo.
Ni mucho menos es una gran película. Queda la impresión de haber visto el capítulo de un serial.
A continuación se expone con efectividad una jornada laboral porque Richard Harris recoge carbón 3 ó 4 veces y los echa a la vagoneta, se ve que trabaja. Pero muere cuando le pagan con calderilla.
La sociedad secreta era de pena, un chiste, vamos. Si llega a venir el Gran Maestro Grado 33 se lía a repartir collejas a todos que le dan las 12 de la noche. ¿De verdad que era secreta esa organización? Yo no sé qué vecina todavía no se había enterado quien era y quien no era de la sociedad secreta. La de los Canteros de Hommer parecía más seria y más real. O sea, que los conoce todo el pueblo y la policía no, ya.
Mejor quedaban los policías con las túnicas y su visita nocturna.
¿Y el infiltrado a lo Scorsese? Si se fija uno, es un personaje sin definir. Es más un elemento engañoso, decorativo, que otra cosa, pues al primer chivatazo que diera su función ya sobraba. Ahí la historia es donde más cojea. Le afloran los remordimientos al final y mientras está engañando a sus colegas se lo pasa estupendamente incluso colaborando en tirotear y cargarse a los guardias. Con compañeros así no se necesitan enemigos ni sociedades secretas.
Los sabotajes no parece formar parte de las reivindicaciones y parecen más relleno que otra cosa, como el partido de rugby o de lo que sea. A la película le ha faltado angustia, intriga, sobre todo, secretismo.
Ni mucho menos es una gran película. Queda la impresión de haber visto el capítulo de un serial.