Los chicos de la matanza de Texas van por la carretera con su furgoneta pero se equivocan de película y llegan a una zona mal asfaltada donde les secuestran un poco.

Una vez secuestrados la cosa va de unos tios vestidos de mamarracho que se ve que se han sacado el FP de charcutería y el de esteticista con malas notas. Al parecer les gustan los juegos de mesa y proponen a nuestros amigos jugar al 31 y cuando estos ya se están sentando alrededor de una mesa y sacando los dados les dicen que no, que lo del 31 va de matarse un poco en sitios oscuros en los que te puedes tropezar hasta con las líneas del suelo. Se supone que tienen que aguantar doce horas pero como no tienen reloj los mamarrachos se encargan de decirla por megafonía como si estuvieran en el aeropuerto.

Nuestros amigos en vez de intentar huir deciden que les mola la aventura y exploran un poco el laberinto. Este resulta estar lleno de podadores, payasos y demás. Están todos más locos que un pokémon pero tienen poca resistencia ya que se necesitan como cuatro o cinco para acabar con cada uno de los protagonistas. Realmente de todos los malosos sólo uno parece estar más enfadado que una madre manchega, el resto parece que pasaban por ahí.

Y bueno, el resto te lo puedes imaginar, gente que dice mucho "fuck you", que es algo que le da profundidad al ¿argumento?, y mucho correteo con sangre. Entretiene pero no tiene nada especial. Si te gustan los disfraces chungos y la oscuridad puedes decir que tiene buena fotografía pero parece una afirmación algo arriesgada.