Todos deberíamos tener un botiquín de películas cuando las cosas van mal y utilizarlas como antidepresivos. Aterriza como puedas es una de las medicinas que tomo cuando estoy triste y necesito subir el ánimo. Todos los detalles de esta película me parecen absolutamente geniales , desde la compra de los derechos de la película seria en que se basa, pasando por la música, siguiendo por las coletillas que perduraran siempre -¿Quién no ha pensado alguna vez que eligió un mal día para dejar de fumar? y acabando por todos los personajes del avión que me parecen entrañables aunque si tengo que destacar alguno me quedaría con la vis cómica de Ted Striker, MCcrosky y el ínclito Johnny, (curiosamente el auténtico triunfador de la película Leslie Nielsen es el que menos me gusta de todos).

Para mí el gran merito es que la habré visto no menos de ocho veces y aún ayer hubo tres gags que me hicieron reír a carcajadas cuando no soy precisamente de risa fácil. Creo que hacer reír, como hacer feliz, es una de las cosas más complicadas y serias que existen y lo encuentro muy meritorio pues entiendo que es necesaria una inteligencia superior para poder girar una situación trivial lo suficiente para hacer gracia y no caer en lo ridículo o lo soez como le pasa a la mayoría de los mal llamados cómicos, que muchas veces acaban haciendo el payaso. Otra de las cosas que me maravilla es el raudal ingente de ingenio que despliega toda la película desde el principio hasta incluso el final después de los créditos, llegando en ocasiones a superponer 2 o más gags en una misma escena y que muchas veces pasan desapercibidos hasta que la vuelves a repasar y caes en la cuenta (a mí la parodia de fiebre del sábado noche y la media hora final en la torre de control me parecen superior) y realmente me sorprendo cuando la comparo con las comedias actuales que dan ganas de llorar.

Es obvio que hemos evolucionado en medios técnicos pero no en talento.