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Voto de Doctor Zaius:
6
Drama. Romance Jenny, una atractiva y brillante estudiante de 16 años (Carey Mulligan) que vive en un tranquilo barrio londinense, sólo piensa en estudiar para poder ir a Oxford. Pero un día conoce a Brit (Peter Sarsgaard), un tipo seductor de 35 años, que la corteja con cenas elegantes, clubs y viajes con sus divertidos amigos Danny (Dominic Cooper) y Helen (Rosamund Pike). Así las cosas, las convicciones de Jenny se tambalean y se verá obligada a ... [+]
1 de abril de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gustan las películas de iniciación. Habitualmente, si están bien narradas, muestran esa cosa fascinante que se llama "evolución moral de los personajes", ésto es, el catálogo de cambios que transforman a alguien en otra persona, bien a base de pequeños pasos, bien mediante un salto de consecuencias incalculables. An Education es una película de iniciación. En ella se nos invita a observar la evolución moral de una adolescente londinense que, asfixiada por el peso de los convencionalismos, aspira a vivir otra vida mejor, más intensa, lejos del aburrimiento en el que se han instalado sus padres. El catalizador de sus aspiraciones de fuga es un treintañero turbulento -Peter Sarsgaard, un tipo de rostro inquietante- que, a modo de Mefistófeles prehippy, ofrece a la protagonista otra vida. Una que resulta ser el negativo exacto de la que está viviendo como un pez fuera del agua: la que envuelve cierto mundo adulto supuestamente sobrado de glamour y de lujo. El pacto, cómo no, supone que la protagonista deba vender su alma (y su cuerpo, claro), y en la lógica de las elecciones que la llevan a tomar la decisión de hacerlo está condensado el espíritu de la película. La catástrofe, obviamente, flota discretamente en el aire todo el rato. El gran logro de la directora es el tono frío, casi gélido a ratos, de toda la película. La sordina que pone a las emociones. La amortiguación que las imágenes ponen a los sentimientos de los protagonistas. El aburrimiento que rodea a Carey Mulligan -por cierto, se han pasado en su afán por vestirla de Audrey Hepburn el 75% del metraje- es físico, se puede respirar. El londres pre-Beatles es un cementerio en lo que toca a sus clases medias obsesionadas por los rituales pequeñoburgueses y el afán de prosperidad material a cualquier precio. Las intenciones de Sargaarsd, obvias desde el instante inicial para el espectador, se mantienen sabiamente acalladas durante gran parte de la película. Sin embargo, el exceso de contención acaba por trasladar un poco literalmente de más el aburrimiento de la pantalla a las butacas, de forma que los puntuales arrebatos de lucidez de los protagonistas se tornan algo escasos, y, aunque todas las interpretaciones brillan a gran altura, la película flaquea durante varios tramos de la historia, haciendo que el espectador entre y salga de ella aleatoriamente. En definitiva, una película correcta que, en su afán por adelgazar la carga sentimental sufre pequeños bajones en el ritmo y un desvanecimiento progresivo en el interés hacia lo que se está contando mediante sus imágenes. (Eso sí, anotemos este nombre, Carey Mulligan (suspiros) y este otro, Peter Sarsgaard (trago saliva), tras ellos hay dos rostros dotados de una presencia y un magnetismo poco frecuentes en los tiempos actuales).
Doctor Zaius
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