Al ver esta película por segunda vez, me queda la sensación que tiene sus lagunas pero que cuenta con cuatro momentos mágicos por las cuales siempre valdrá la pena volverla a visionar. Me refiero a los siguientes: 1) El primero sin duda cuando Judy Garland canta "Over the rainbow": uno de los momentos mágicos inigualables que el cine suele dejar grabado en nuestra retina y oídos para no olvidar jamás y añorar volver a disfrutar; 2), 3) y 4): Los otros tres: la aparición y presentación del espantapájaros, el hombre de lata y el león: todos ellos se franquean haciéndonos saber sus temores y debilidades con diálogos que para mi modesto entender son los mejores del film. De los tres, mi preferido es el hombre de hojalata. Como dice Roger Ebert, da la impresión que Morgan, Bolger y Lahr no eran concientes que estaban interpretando una película que se transformaría en ícono ya que lo hacen con una naturalidad y despreocupación asombrosa. También son para destacar el colorido de la película y la interpretación de Garland, que junto con la que hizo en "Nace una Estrella" son para mí las dos mejores de su carrera.