Esta película fue un antes y un después en el entretenimiento de conducción. Pegó fuerte y de repente apareció el óxido nitroso, el meterse debajo de camiones, los need for speed underground, y el redescubrimiento de la cultura tuning.

Buen reparto, que si bien no son actorazos, los papeles le van al pego y hacen funcionar el film.
Un montón de coches míticos que se quedarán para siempre en la memoria, el eclipse, el Supra, el brutal Charger de Toretto…

El argumento, aunque algo parecido ya se ha visto, es interesante, hace la película rodar sin basarse en demasiados tópicos, dando escusas para las carreras y la acción. Hay algún comportamiento extraño de algún personaje, especialmente Brian, pero se explica en secuelas.

Buena ambientación en Los Ángeles y una genial banda sonora.

7,7