Esto es serie B pura y dura, explotation del que ahora se lleva. Y les ha salido muy bien, quizá mejor que su antecesora, más larga y llena de más escenas "moralizantes". En esta secuela se va al asunto: de oca a oca y me cargo al malo porque me toca.
Leo la crítica, esa que pontifica los bodrios de Apichatpong Weeresetakhul, decir que esta película es nefasta y racista. ¡¡claro que lo es!!. ¿Qué esperabais, mentecatos? No necesita ser Ciudadano Kane, ni siquiera "Jungla de Cristal". Sólo necesita que descarguemos la adrenalina que todos llevamos dentro desde hace casi 20 años, con los continuos ataques terroristas musulmanes. Es un realidad que el espectador quiere ver justicia, y si no se hace en la vida real, al menos que se haga en la pantalla. Los malos, malísimos, son destruídos. Y sí, son musulmanes.. como en los 70 y 80 eran pandilleros y desequilibrados. Ahora los malos son musulmanes... como en la vida real. Que le pregunten a París, que le pregunten a Bruselas, que le pregunten a nuestro Madrid, si no nos hubiese gustado ver cómo muerden el polvo los terroristas que asesinaron a nuestros conciudadanos.

Y después, el que quiera, que se vaya a ver una de Apitchatpong, que la dormirá en grande.