El mito Sellers se cimenta en sus programas de radio británicos y, posteriormente, en unos cuantos personajes geniales en el cine. El resto se mueve entre lo mediocre y lo malo. No estamos aquí ante lo malo o muy malo, pero sí ante lo mediocre. Lejos quedan sus interpretaciones de Clouseau en la saga "La pantera rosa" y más aún su colaboraciones con Kubrick -geniales- en "Teléfono Rojo" y "Lolita". Con este film, de aspecto anodino y desarrollo plomizo, cumple el expediente al punto de que quien brilla realmente es Goldie Hawn. No está al nivel de desastres como "Casino Royale" o la sobrevalorada "Qué tal Pussycat?", pero sí al de "Camas blandas, batallas duras" y otros despropósitos similares. Afortunadamente Sellers encontró un último papel que le envolvería en un aura de brillantez para la eternidad fílmica: el Chance de "Being There".
*Naturalmente no nombraré sus primeros films, en su mayoría estupendos, pero donde la estrella todavía no era Sellers, como "El quinteto de la muerte", "La extraña prisión de Highsley" o algún papel donde ejercía de malo de la función magistralmente, con un par de kilos de más que le sentaban estupendamente...